El helicóptero del presidente boliviano Evo Morales sufrió este lunes “una falla mecánica del rotor de cola” al despegar en un poblado andino, pero realizó “un aterrizaje de emergencia” sin consecuencias para sus pasajeros, informó la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).
La aeronave EC-145 que trasladaba a Morales en una gira “presentó una falla mecánica del rotor de cola durante el despegue, motivo por el cual realizó un aterrizaje de emergencia”, señaló la FAB en un comunicado.
“No se registraron daños personales”, agregó.
De acuerdo a normas vigentes, la FAB procederá a “activar la Junta de Accidentes” para luego entregar “mayores detalles” relativos al incidente “de acuerdo a los avances de la investigación”.
Imágenes del hecho fueron difundidas de inmediato en videos caseros a través de las redes sociales.
Morales había inaugurado poco antes una carretera para unir las poblaciones andinas de Caracollo con Colquiri, al sur de La Paz, cuando se desató una intensa lluvia en la región.
El incidente ocurrió mientras el presidente enfrenta protestas en varias ciudades contra su reelección en los cuestionados comicios del 20 de octubre, que la oposición exige anular.
El hecho llevó al exministro de Gobierno (Interior), Hugo Moldiz, a afirmar que se trataba de un “atentado” contra el presidente izquierdista indígena.
“Esto es un atentado criminal. A Omar Torrijos le pasó lo mismo en Panamá (en 1981). Da una idea de los que están y de lo que buscan de @evoespueblo. Movilización y lucha contra el golpismo imperial y conservador”, escribió Moldiz en su cuenta de Twitter.
Siguen las protestas
Las protestas provocadas en Bolivia por una polémica elección que le otorgó el mes pasado una victoria al presidente Evo Morales ingresaron a su tercera semana el lunes, con una creciente presión de la oposición para que el presidente renuncie.
Morales, quien llegó al poder en 2006 y se ha convertido en una figura icónica, ha defendido su reelección y ha respaldado una auditoría electoral internacional para salir de la crisis.
Sin embargo, la oposición, formada por el partido del expresidente Carlos Mesa y por organizaciones civiles, profundizaba los llamados para que el líder de izquierda deje el poder. Uno de los líderes fijó como fecha límite el lunes por la noche.
“Hoy es un buen día para recuperar la democracia. 10 horas…”, escribió el lunes temprano en Twitter Luis Fernando Camacho, jefe de un grupo civil en la ciudad oriental de Santa Cruz, quien el sábado le dijo a Morales que tenía 48 horas para dejar el poder.
No está claro qué pasaría exactamente en el plazo, pero Camacho, que ha conseguido un amplio apoyo popular en todo el país, prometió “medidas que nos van a dar en cuestión de días la libertad de toda una nación”.
Mesa, que quedó en segundo lugar en las elecciones del 20 de octubre, calificó el domingo la candidatura de Morales como “ilegal” y propuso nuevas elecciones porque considera que hubo un fraude electoral.
Morales ganó los comicios con un poco más de 10 puntos de ventaja, lo que le dio una victoria sin necesidad de un balotaje, pero el triunfo se vio empañado por una demora de casi 24 horas en el conteo, que cuando se reanudó mostró un cambio brusco e inexplicable a favor de Morales.
El giro provocó feroces protestas, con manifestantes que se enfrentaron con la policía, gases lacrimógenos en las calles y bloqueos de carreteras y huelgas en muchas ciudades de todo el país.
La Organización de Estados Americanos (OEA), el observador formal de las elecciones, ahora está llevando a cabo una auditoría del recuento, que se espera se complete a mediados de mes. El organismo había planteado preocupaciones después de que se detuvo el recuento de votos
Via Panorama/Diario Republica
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