
La exsecretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, ha lanzado duras críticas contra la Administración de Donald Trump, comparando su estrategia militar en el Caribe con la controvertida guerra contra las drogas del expresidente filipino Rodrigo Duterte, investigado por crímenes de lesa humanidad. Clinton también criticó la falta de control por parte del Congreso estadounidense, acusándolo de permitir que la Constitución sea «pervertida» por la pasividad.
En una entrevista con la cadena MSNBC, Clinton expresó su alarma por los recientes ataques en el Caribe. «Mira lo que están haciendo en el Caribe. Disparando a barcos… Estos no son destructores. Son pequeñas lanchas motoras. Les están disparando y hundiéndolos. Sin debido proceso, sin una definición real de por qué, salvo que deben ser narcotraficantes», denunció.
La excandidata presidencial demócrata destacó que la Marina de EE.UU. tiene la capacidad de interceptar y detener las embarcaciones sin necesidad de recurrir a la fuerza letal. «No tienen que matar a esas personas», afirmó, trazando un paralelismo directo con Duterte, quien enfrenta acusaciones en la Corte Internacional de Justicia por las miles de ejecuciones extrajudiciales cometidas durante su campaña antidrogas.
Además de los ataques, Clinton cuestionó la falta de transparencia del Gobierno de Trump, señalando que ha dejado de rendir cuentas al Congreso. «Cuando el Congreso da tan mal ejemplo, que es simplemente alinearse y saludar, necesitamos voces en el lado conservador del espectro para decir, no, no puedes salirte con la tuya con esto», señaló, haciendo un llamado a la responsabilidad de ambos partidos.
Clinton hizo hincapié en la necesidad de proteger el Artículo 1 de la Constitución de EE.UU., que define los poderes del Legislativo y es pilar de la división de poderes. «Podemos salir de esto imponiendo más rendición de cuentas y usando hechos y pruebas para contrarrestar la locura», concluyó.
La crítica de Clinton surge después de que Washington anunciara el hundimiento de al menos cuatro embarcaciones en el Caribe, tres de las cuales supuestamente procedían de Venezuela. La exsecretaria de Estado lamentó que no se hayan realizado audiencias en el Congreso para auditar los resultados de estas operaciones, como es habitual



