
El Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) detuvo a más de 75.000 personas sin antecedentes penales durante los primeros nueve meses de la administración de Donald Trump. La cifra, revelada este domingo 7 de diciembre por NBC News, subraya un cambio en las prioridades de aplicación de la ley migratoria.
La información proviene de datos obtenidos por el «Deportation Data Project» de la Universidad de California en Berkeley, tras una demanda presentada contra ICE, y abarca el período comprendido entre el 20 de enero y el 15 de octubre.
Enfoque Ampliado en las Redadas Migratorias
El número de 75.000 detenidos sin historial delictivo representa más de un tercio del total de 220.000 personas arrestadas en las operaciones migratorias desplegadas por el gobierno de Trump. Estas operaciones fueron anunciadas inicialmente como dirigidas a los criminales más violentos, pero las cifras indican una redada mucho más amplia.
Es importante señalar que esta estadística no incluye los datos de detenciones realizadas por la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), lo que sugiere que la cifra real de detenidos sin historial delictivo podría ser aún mayor.
Nacionalidades y Ambigüedad en Delitos
El análisis de los datos recabados por ICE también revela una ambigüedad en la categorización de los detenidos con historial penal, ya que la agencia no diferencia entre aquellos que cometieron infracciones menores y aquellos que perpetraron delitos graves como asesinato o violación.
Según el «Deportation Data Project»:
Cerca del 90% del total de las personas detenidas por ICE hasta mediados de octubre eran hombres.
La nacionalidad más común era la mexicana, seguida por guatemaltecos y hondureños.
Aunque no se precisa cuántos de los detenidos han sido deportados, casi 23.000 figuran en la categoría de deportación voluntaria.
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