Inmigrantes marroquies, venezolanos y colombianos encabezaron las cifras de aumento de inmigrantes en España durante 2017, con subidas respectivas del 44,2 % y 15,7 %, seguidos por italianos (8,8 %) y marroquíes (2,5 %), mientras que las bajadas mayores correspondieron a rumanos (-1,3 %), británicos (-2,6 %) y ecuatorianos (-3,6 %).
Los extranjeros más numerosos llegados ese año fueron marroquíes (39.847), colombianos (34.210) y venezolanos (31.468), según datos del Instituto Nacional de Estadística español (INE) publicados hoy.
La población residente en España creció en 2017 por segundo año consecutivo, hasta 46,65 millones de habitantes, con un aumento de 132.263 personas, debido a la inmigración.
Ese año, 532.482 personas procedentes del extranjero establecieron su residencia en España (un 28,4 % más que el año anterior), mientras que 367.878 abandonaron el país (un 12,4 % más que 2016).
Del todos los inmigrantes que entraron en España, 78.058 personas (el 14,7 % del total) tenían nacionalidad española y el resto (454.424) eran extranjeros.
A 1 de enero de 2018, la población residente en España se situó en 46.659.302 habitantes, de los que 42,08 millones son españoles y 4,57 millones son extranjeros.
Por su parte, Pedro Sánchez, presidente de España, en razón de estas cifras y de los inmigrantes llegados en pateras y cayucos en apenas ocho días a Andalucía y Canarias que multiplican ya por cuatro a los migrantes del Aquarius, indic+o que pediría ayuda a la Unión Europea.
«Pediremos apoyo a nuestros camaradas, al resto de Estados miembros, para controlar mejor los flujos que estamos sufriendo en en Mediterráneo Occidental«, ha asegurado Sánchez. El presidente del Gobierno ha hecho valer que España «está cumpliendo sus compromisos» con la UE y respeta plenamente los derechos humanos y las convenciones internacionales en materia migratoria.
Agencias