Miles de ciudadanos del sur del Israel han tenido que salir a la carrera hacia los refugios antiaéreos en varias ocasiones a lo largo de este martes.
La tensión a ambos lados de la divisoria fronteriza con Gaza se ha disparado en las últimas horas, con sucesivos intercambios de ataques en una escalada sin precedentes desde la guerra de 2014 en el enclave costero palestino. La aviación de combate israelí bombardeó 35 posiciones de Hamás y de la Yihad Islámica en represalia por el disparo desde la Franja de 70 proyectiles de mortero y cohetes, según datos del Ejército. Al menos tres israelíes, entre ellos tres soldados, resultaron heridos.
A primera hora de la mañana, las sirenas de alarma ulularon en 24 ocasiones el sonido de código de alerta rojo, de máxima seguridad, tras el disparo de proyectiles de mortero desde la Franja, que no causaron víctimas. Uno de los obuses impactó en el patio de una guardería. La mayoría de los proyectiles fueron interceptados por el sistema de defensivo Cúpula de Hierro (escudo contra cohetes de corto alcance).
El ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, advirtió de que Israel no busca una escalada en el conflicto con los grupos palestinos, aunque las Fuerzas Armadas actuarán en defensa de sus ciudadanos. «La situación depende ahora de Hamás», reconoció un portavoz militar. La misma fuente precisó que en los ataques aéreos había sido destruido un túnel construido por la organización islamista cerca del paso de Kerem Shalom que penetraba en los territorios de Egipto e Israel. Se trata del décimo paso subterráneo fronterizo, utilizados para emboscadas y contrabando, eliminado por el Ejército.
Las fuerzas de Israel respondieron en un primer momento con fuego de carros de combate contra posiciones de la Yihad Islámica y de Hamás. La artillería y la aviación han causado en los dos últimos días al menos cuatro muertos en acciones de represalia contra ataques y atentados de grupos armados palestinos, como la colocación de explosivos en la valla de separación fronteriza o el disparo de ráfagas de ametralladora pesada, que impactaron en fachadas y vehículos de la cercana ciudad israelí de Sderot.
Por la tarde, las fuerzas israelíes bombardearon durante alrededor de una hora objetivos en Gaza pero, según fuentes del Ministerio de Educación palestino, también resultó dañada una escuela de secundaria, al este de Deir el Bala, en la que los alumnos estaban realizando las pruebas de acceso para el próximo curso. El Ministerio de Sanidad no dio cuenta de la existencia de víctimas.
Poco después, las alarmas volvían a activarse en el sur de Israel por el lanzamiento de más de una decena de cohetes de 107 milímetros de calibre de fabricación iraní, que fueron lanzados desde la Franja hacia el territorio hebreo. Varios cayeron en campo abierto y al menos uno impactó cerca de la ciudad de Sderot. No se registraron víctimas aunque sí daños materiales. De nuevo se repitieron las escenas de la mañana y cientos de israelíes corrieron en busca de un refugio seguro. El Ejército ha recomendado a la población de la zona fronteriza que permanezca en áreas situadas a menos de 15 segundos de recorrido de los refugios. Según la radio israelí, varias de las playas cercanas al territorio Mediterráneo palestino fueron también evacuadas.
Israel y Hamás han librado tres guerras desde que el movimiento islamista se hizo con el poder por la fuerza en la Franja en 2007. Desde el pasado 30 de marzo Gaza vive una ola de protestas para reclamar el derecho de retorno de los refugiados a las casas y tierras de donde tuvieron que salir hace 70 años tras el nacimiento del Estado judío. Al menos 121 palestinos han muerto en las marchas organizadas ante la frontera por disparos de francotiradores militares. Solo el pasado 14 de mayo, coincidiendo con el traslado de la Embajada de EE UU desde Tel Aviv a Jerusalén, perdieron la vida 61 manifestantes.
Tras la muerte de tres de sus milicianos el pasado domingo en una operación de represalia del Ejército, las Brigadas Al Quds, brazo militar de la Yihad Islámica, amenazaron con atacar Israel. “El enemigo sionista no debe esperar que sus fuerzas puedan causar daños a nuestro pueblo sin esperar una respuesta dolorosa”, rezaba el comunicado de la milicia islamista radical.
El portavoz de Hamas en Gaza, Fawzi Bahroum, responsabilizó a Israel de un posible enfrentamiento armado. «Lo que la resistencia ha hecho esta mañana en respuesta al asesinato de nuestros militantes en el sur y en la frontera. La ocupación será responsable de una futura escalada», dijo el dirigente islamista. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió mano dura contra quienes pongan en riesgo la seguridad de los israelíes. «Israel hará pagar un alto precio con gran potencia militar a todo aquel que trate de hacerle daño», advirtió Netanyahu, que anoche reunió a los máximos responsables civiles y militates de la seguridad israelí para evaluar una respuesta ante la escalada de la tensión en Gaza.
El País