Ante la creciente amenaza de una intervención militar estadounidense, el presidente Nicolás Maduro ha intensificado drásticamente sus medidas de seguridad, recurriendo a tácticas de protección extremas y ampliando la influencia de Cuba en su círculo íntimo, según reporta The New York Times con base en múltiples fuentes cercanas al gobierno.
Las fuentes describen un clima de alta tensión, si bien Maduro mantiene la confianza de que superará lo que considera el desafío más serio a sus 12 años en el poder.
Medidas de Seguridad Reforzadas y Apoyo Cubano
La intensificación de la presencia militar de EE. UU. en el Caribe desde septiembre habría motivado a Maduro a tomar precauciones inusuales contra posibles ataques de precisión o incursiones de fuerzas especiales. Estas medidas incluyen:
Cambio constante de celular y lugar de pernocta para evitar la localización.
Ampliación del cuerpo de guardaespaldas cubanos en su seguridad personal.
Incorporación de más oficiales de contrainteligencia cubanos en el ejército venezolano, buscando mitigar el riesgo de traiciones.
El Político Implacable tras Maduro
A pesar de los desafíos, Maduro ha mantenido su estrategia comunicacional, proyectando calma con apariciones, bailes en actos oficiales y videos en TikTok. Sin embargo, ha reducido sus eventos programados, optando por mensajes pregrabados o apariciones sorpresivas.
Analistas y detractores que en 2013 dudaron de su permanencia en el poder, hoy reconocen su «instinto político implacable». Maduro ha sorteado el colapso del 70% del PIB per cápita, protestas masivas, intentos de golpe y la ofensiva de la administración Trump de 2019.
Andrés Izarra, exministro chavista en el exilio, lo describe como un «operador político compulsivo» que juega con «reglas duras, de política callejera y sindical».
El New York Times también reveló que, durante conversaciones secretas en primavera, representantes de Trump y Maduro discutieron la posibilidad de que el líder chavista cediera el poder antes de 2029 a un aliado, con opciones como un referéndum revocatorio en 2027. No obstante, las negociaciones no avanzaron, llevando a Washington a redoblar la presión militar.
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