
Pese al acuerdo de paz temporal entre Israel y Hamás, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha detallado que, si bien el ingreso de ayuda humanitaria ha comenzado, se requiere un esfuerzo mucho más sostenido para revertir la crisis alimentaria en Gaza.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que unas tres mil toneladas de alimentos han logrado ingresar al enclave en los últimos días. No obstante, el portavoz del PMA, Abeer Etefa, advirtió que será necesario un lapso de tiempo mucho más extenso para poder erradicar la hambruna. Entre el sábado y el miércoles, 230 camiones con ayuda cruzaron, llegando principalmente al sur del enclave.
Actualmente, el despliegue operativo del PMA se concentra en cinco centros activos de distribución. La meta a corto plazo, según reporta AFP, es ambiciosa: expandirse hasta 145 puntos y asegurar la producción básica de pan a través de nueve panaderías que ya están funcionando.
El PMA estima que la asistencia debe incrementarse significativamente para poder llegar a 1.6 millones de personas en los próximos tres meses. Organizaciones como la Cruz Roja y la Media Luna Roja han exigido que los pasos terrestres permanezcan abiertos para permitir un acceso seguro y permanente a las comunidades, especialmente dadas las hostilidades persistentes.
El acceso al norte y la ciudad de Gaza sigue siendo casi nulo debido al cierre de los pasos de Zikim y Erez, y al mal estado de las carreteras.
La crisis se agrava en el plano sanitario. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre brotes de enfermedades como meningitis, diarreas y afecciones respiratorias. Esta situación es exacerbada por la destrucción de infraestructura: de los 36 hospitales preexistentes, solo 13 funcionan parcialmente.
El jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, ha sido claro: para estabilizar la situación humanitaria, deben ingresar miles de camiones semanalmente. Actualmente, gran parte de la ayuda permanece detenida en países limítrofes, a la espera de que se agilicen y abran más puntos de accesos.
En el frente político, el avance del acuerdo se mantiene condicionado. Israel exige la devolución de los cuerpos de los rehenes fallecidos como condición para no reanudar las operaciones militares. Por su parte, Hamás argumenta que la identificación y recuperación de estos restos requiere asistencia tecnológica y mejores condiciones de seguridad.
Además, Hamás ha puesto sobre la mesa la inclusión de la perspectiva de un Estado palestino para alcanzar una salida sostenible al conflicto.
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