
Las autoridades sanitarias de la República Checa emitieron una severa advertencia este miércoles 15 de octubre, indicando que el país se encamina a registrar el mayor brote de hepatitis A de los últimos 30 años. En lo que va de año, se han contabilizado cerca de 1.800 contagios y 21 fallecidos, lo que representa un dramático aumento de 19 muertes más que las registradas durante todo el año 2024.
La capital, Praga, se ha convertido en el principal foco de la epidemia, concentrando casi el 40 % de los casos. La Estación Higiénica de Praga reportó 830 casos y 10 fallecidos solo hasta finales de septiembre, según informó un medio local. Esta cifra convierte el brote actual en el segundo más grave desde 1989, solo superado por el de 1996.
Ante esta alarmante situación, el Instituto Nacional de Salud Pública de Chequia (SZÚ) ha publicado un manual detallado de recomendaciones de higiene personal para intentar frenar la propagación de la enfermedad.
Medidas reforzadas en la capital turística:
La empresa de transporte público de Praga, una de las capitales turísticas más importantes de Europa, ha reactivado de inmediato el estricto protocolo de higiene y desinfección que se implementó durante la pandemia de coronavirus, reforzando la limpieza en tranvías, autobuses y estaciones de metro.
Además de las medidas de higiene, las autoridades han hecho un llamamiento urgente a la población para que se vacune contra la hepatitis A, cuyo coste asciende a unos 70 euros por persona.
Perfiles de riesgo:
El grupo de edad más afectado por la enfermedad es el de 35 a 39 años, seguido sorprendentemente por los niños de cinco a nueve años. También se han reportado casos en diez niños menores de un año. Las autoridades del SZÚ señalan que la infección ataca con mayor dureza a personas con enfermedades hepáticas preexistentes o inmunidad debilitada.
Los síntomas iniciales de la hepatitis A a menudo se confunden con los de una gripe, incluyendo fiebre, pérdida de apetito, náuseas, y dolor abdominal. La progresión de la enfermedad se manifiesta con la característica ictericia (coloración amarillenta de la piel y ojos), orina oscura, heces claras y picazón en la piel, como resultado de la inflamación del hígado.
El año con el mayor número de contagios por hepatitis A en la República Checa fue 1979, cuando se superaron los 32.000 casos.
www.diariorepublica.com



