
El Gobierno de Trinidad y Tobago ha confirmado la plena operatividad de un avanzado sistema de radar de vigilancia marítima, instalado con la colaboración de Estados Unidos. Este sistema, puesto en marcha a finales de noviembre, representa un significativo refuerzo en la capacidad de detección y seguridad del país, con un enfoque crucial en la lucha contra el narcotráfico y las actividades que buscan evadir las sanciones impuestas al petróleo crudo venezolano.
La primera ministra, Kamla Persad-Bissessar, fue la encargada de destacar la importancia estratégica de esta nueva herramienta tecnológica. «El nuevo sistema de radar es fundamental para detectar actividades ilícitas que eluden las sanciones relacionadas con el petróleo crudo venezolano, así como la identificación y seguimiento de traficantes que introducen narcóticos, armas de fuego, municiones y migrantes a nuestro país desde Venezuela», afirmó la Primera Ministra en recientes declaraciones.
La instalación y rápida puesta en marcha de este radar subraya la creciente cooperación en materia de seguridad entre Puerto España y Washington. El ministro de Defensa, Wayne Sturge, aseguró que la información generada por el sistema es compartida en tiempo real entre ambos países, garantizando una respuesta coordinada y eficiente ante cualquier amenaza detectada. «Los datos se comparten, y nuestras fuerzas armadas locales tendrán acceso directo a esta inteligencia crítica», precisó el ministro Sturge, enfatizando la soberanía de Trinidad y Tobago sobre la información.
Este acontecimiento en Trinidad y Tobago se produce en el contexto de un notorio y amplio despliegue militar de Estados Unidos en la región del Caribe. Washington ha justificado este aumento de la presencia militar como una medida esencial dentro de su estrategia global para combatir las redes transnacionales de narcotráfico, que utilizan las rutas marítimas caribeñas como puntos de tránsito clave. La colaboración con Trinidad y Tobago se integra perfectamente en esta iniciativa regional.
El impacto del radar va más allá de la simple detección de aeronaves o embarcaciones. Su tecnología de vanguardia permite un seguimiento detallado y continuo de movimientos marítimos sospechosos en aguas cercanas a la frontera marítima con Venezuela. Para Trinidad y Tobago, un país archipelágico con una extensa línea costera, la capacidad de monitorear e interceptar el tráfico ilegal es vital para la seguridad nacional y la estabilidad económica.
La preocupación por la evasión de sanciones es particularmente sensible debido a la proximidad geográfica con Venezuela. El sistema de radar está diseñado para identificar el tránsito de buques que intentan burlar las restricciones internacionales a la venta y el transporte de petróleo venezolano, una actividad que a menudo se cruza con el contrabando de bienes ilícitos.
Al proporcionar datos precisos sobre rutas y patrones de tráfico, el radar no solo facilita las operaciones de interdicción, sino que también sirve como un poderoso elemento disuasorio. Su operación plena marca un hito en la modernización de la defensa y la vigilancia de Trinidad y Tobago, consolidando su posición como un socio clave en los esfuerzos de seguridad regional del Caribe.
www.diariorepublica.com



