El gobierno de Guyana acordó con Exxon Mobil, perteneciente al bloque de exploración Stabroek, la expansión de operaciones en la costa atlántica del Esequibo a inicios de 2016. Las acciones amenazan con avivar la disputa con Venezuela, que permanece en silencio mientras se negocian concesiones en aguas del país.
Aunque el gobierno venezolano inició el año pasado una serie de conversaciones con una comisión de la ONU para tratar el diferendo sobre el Esequibo, e incluso se logró una reunión entre el presidente Nicolás Maduro y su homólogo guyanés David Granger el 28 de septiembre de 2015, la escasa ejecución de medidas por parte de Venezuela frente a los procedimientos de Guyana persiste.
Empresas como Anadarko, Shell, Exxon, CGX y Repsol se han establecido en la proyección marítima del Esequibo. Georgetown ha hecho caso omiso de las notas de protesta emitidas por Caracas.
Incursiones en aguas venezolanas
Una de las compañías que se encuentra en aguas en reclamación es Exxon, el mayor explorador del bloque Stabroek (45%), seguido por las trasnacionales Shell, Hes Corp y Nexen. Esta área de exploración, que abarca 26.800 kilómetros cuadrados, se ubica frente a proyección marítima del Delta del Orinoco y otra porción frente a la proyección de la Zona en Reclamación, a 190 kilómetros del Esequibo.
Las concesiones fueron otorgadas por Guyana a Exxon, CGX Energy y Shell en marzo de 1999 y aunque el gobierno venezolano demoró cuatro meses en emitir un reclamo, en ese entonces logró la suspensión de las operaciones.
En 2012, las empresas retomaron los trabajos exploratorios, que dieron sus frutos con el hallazgo de petróleo por parte de Exxon en mayo de 2015.
Este no es el único caso en el cual está involucrada esta compañía. Esso Exploration, filial de Exxon que realizó exploraciones en 2013 en la proyección de la Zona en Reclamación, retiró en julio de 2015 su plataforma petrolera Deepwater Champion por presiones de la Cancillería, presidida por Delcy Rodríguez, quien desde su asunción al cargo (diciembre 2014) ha criticado las acciones y ha acusado a Guyana de actuar conforme a los intereses de Exxon.
Cinco meses después la advertencia venezolana fue ignorada otra vez. El 24 de enero de 2016, 5 buques de Esso se ubicaron a 80 millas náuticas de la costa del Esequibo (148 kilómetros), en un área de 1.250 km cuadrados de superficie, para llevar a cabo trabajos de perforación por un período de 12 meses. La denuncia fue realizada por la asociación Mi mapa de Venezuela incluye nuestro Esequibo.
Aún más grave de las exploraciones en aguas en disputa, son las concesiones que otorgó Guyana en aguas venezolanas, como es el caso de la adjudicada en 2012 a la empresa estadounidense Anadarko Petroleum Corp, perteneciente al bloque de exploración Roraima.
La trasnacional, dedicada a la exploración de gas y petróleo, se asentó en la fachada atlántica del Delta Amacuro. En un mapa publicado por la empresa de exploración canadiense CGX energy se evidencia que el espacio de búsqueda que ocupa Anadarko está en aguas enfrente del estado Delta Amacuro. El gobierno nacional no emitió respuesta ante la situación.
En 2013, la armada venezolana detuvo el barco Teknik Perdana que realizaba estudios sismológicos. El buque estaba contratado por la firma estadounidense y sus tripulantes fueron liberados posteriormente sin que este hecho tuviera repercusiones para los involucrados. Los análisis en ese espacio se paralizaron por un tiempo.
Pese al incidente, Anadarko anunció en julio del año pasado que insistirá en labores de exploración en la fachada atlántica de Delta Amacuro, sobre la base de un acuerdo con Georgetown.
Disputa por salida al Atlántico
Tras el descubrimiento del petróleo en aguas venezolanas el 7 de mayo, veinte días después se divulgó la Gaceta Oficial Ordinaria número 40.669, en la cual Venezuela publicó sus delimitaciones bajo la denominada Zonas de Defensa Integral Marítimas e Insulares.
De acuerdo con el documento, la Zodimain atlántica está integrada por las áreas marinas y submarinas correspondientes al territorio en reclamación, incluida la desembocadura del Río Esequibo.
La difusión del mapa ocasionó que Guyana se pronunciara sobre el tema dos meses después. El ministro de Relaciones Exteriores, Carl Greenidge, acusó a Venezuela de extender unilateralmente su frontera luego del hallazgo de petróleo.
Además, la nación respondió con la publicación de su Gaceta Oficial el 29 de julio de 2015, en la que se adjudicó la propiedad del mar territorial, la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y la plataforma continental.
Greenidge aseguró que la decisión era respaldada por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, la cual fue rechazada por Venezuela durante la votación en 1982.
Acciones internacionales
Sobre el diferendo con Venezuela, Georgetown ha insistido en que el diálogo no es una solución. “Hemos hablado desde hace 50 años y no hemos llegado a ninguna parte», dijo el mandatario David Granger tras su reunión con su par venezolano en septiembre del año pasado.
Granger y diplomáticos de su nación insisten en que el caso debe ser evaluado por la Corte Internacional de Justicia.
Mientras, Venezuela ha apelado a reuniones con equipos técnicos de la ONU y a debatir en la Comisión Presidencial de Estado para los Asuntos Limítrofes. El tema también fue analizado por la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional como parte de los 50 años del Acuerdo de Ginebra.
Pero Granger advirtió que no cesarán sus acciones en la fachada atlántica venezolana. “Solicitamos a Venezuela que desista de tomar cualquier acción que sólo podría resultar en obstaculizar el desarrollo de Guyana”, manifestó en marzo pasado ante las reiteradas protestas de Venezuela por las acciones de Exxon.
Vía El Nacional/www.diariorepublica.com