
Presidente Maduro llama al pueblo de EE.UU. a unirse contra la escalada bélica y por la paz regional.
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, emitió un contundente llamado al pueblo de los Estados Unidos (EE.UU.) a levantarse y unirse en defensa de la paz, combatiendo lo que describió como la estrategia de «guerra y sangre por petróleo» que amenaza la estabilidad en Suramérica.
Desde la Comuna Amalivaca, en Pinto Salinas, Caracas, el jefe de Estado instó a una alianza binacional de ciudadanos para frenar los planes de los sectores más belicistas. «Al pueblo de los Estados Unidos que el pueblo de Venezuela y los pueblos de nuestra América tenemos que unirnos para ganar la paz, amarrarle las manos a los guerreristas y derrotar los planes de una guerra loca», expresó Maduro ante la comunidad.
Unidad contra el extremismo
El mandatario venezolano focalizó su mensaje en la necesidad de aislar a los grupos que promueven la confrontación militar, tildándolos de «sectores extremistas, supremacistas y guerreristas». Estos grupos, según el presidente, buscan arrastrar a la juventud estadounidense a «una nueva guerra eterna, ahora en Suramérica». La retórica de Maduro busca trazar una línea divisoria clara entre el gobierno de EE.UU. y sus ciudadanos.
«Invitamos a agarrar las manos a estos sectores», reiteró el presidente, señalando que el verdadero camino para ambas naciones debe ser el respeto mutuo, la amistad sincera y la cooperación en lugar de la agresión. El objetivo, afirmó, es consolidar un destino común basado en la convivencia pacífica y el reconocimiento de la soberanía.
La opinión pública contra la escalada
En su alocución, el presidente Maduro respaldó su llamado citando sondeos de opinión pública en EE.UU., argumentando que una gran mayoría de los estadounidenses rechaza las políticas de escalada militar.
Mencionó específicamente que hasta el 70% de la opinión pública del pueblo de EE.UU. estaría en contra de actos como el «asesinato de lancheros en el Caribe», así como de la «total locura y la escalada militarista, extremista y supremacista» que, a su juicio, emana desde Washington.
Esta mención busca validar la tesis de que el deseo de paz es transversal a ambos países y que los planes bélicos son impulsados por una minoría poderosa. El mensaje de Maduro es claro: la paz es posible si los pueblos logran imponerse sobre los intereses económicos y belicistas que promueven el conflicto por los recursos naturales, especialmente el petróleo.
La visita a la Comuna Amalivaca sirvió de escenario para reafirmar esta postura, utilizando la plataforma del poder popular como símbolo de la resistencia pacífica y el llamado a la solidaridad internacional.
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