El secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, aseguró en EUTV que de no existir a Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la oposición estaría dispersa y sin aglutinar los intereses de quienes no comparten lo que está haciendo el Gobierno de Nicolás Maduro.
Sobre lo ocurrido el 14 de abril, en el apretado proceso electoral en el que Nicolás Maduro fue proclamado sobre Henrique Capriles Radonski como ganador de la Presidencia, dijo que «fue un proceso electoral en el que el resultado no convenció a nadie, pues al ser tan estrecho, se imponía contar no solo el 52% de las cajas», dijo, ya por el hecho en que Maduro no honró su palabra de hacer eso, de revisar todo el proceso.
«Todas las acumulaciones de rabia son comprensibles. Cuando las organizaciones políticas se proponen una agenda es porque no tienen otra», dijo al referirse a la necesidad que ha planteado la alianza opositora de ir a los procesos electorales.
Afirmó que las manifestaciones de calle han sido «pacíficas y ordenadas», dijo que la vocación de la oposición ha sido el protestar sin causar daños o desórdenes.
«Este Gobierno pincha teléfonos, fotografía a la gente», afirmó, al tiempo que reiteró que como dirigencia, en esas condiciones, se debe aguantar y cumplirle al país y a los ciudadanos.
En el programa Con Visión, con Nitu Pérez Osuna, explicó que la perspectiva y acciones de la oposición han sido acertadas, indicando además que se han equilibrado todos los factores. Dijo que hay muchos intereses, «incluso personales» que conviven en cada organización.
Ramos Allup dijo tener conocimiento de todo el proceso que se siguió sobre los llamados presos políticos, la participación del diputado Edgar Zambrano y las reuniones que se hicieron con el propio Maduro y Cilia Flores, para que se dieran a conocer todas las condiciones en la que se encontraban diversas personas como Iván Simonovis.
Sobre la situación de Carlos Ortega dijo que fue arrojado en un calabozo en un proceso que presentaba diversas situaciones irregulares. Consideró que lo ocurrido con los dirigentes de Primero Justicia y Voluntad Popular, quienes fueron señalados por el Presidente de la República, dijo que acciones así son calificables como «terrorismo de Estado».
Vía El Universal