
El país experimenta un repunte significativo de afecciones respiratorias coincidiendo con la temporada navideña, un fenómeno que se ha vuelto recurrente y exige la máxima precaución. El doctor Santiago Bacci, médico internista e infectólogo, ha emitido una clara advertencia sobre la proliferación de cuadros clínicos que van desde la simple rinitis y estornudos hasta la exacerbación del asma y otras condiciones más graves.
La peligrosa danza de los virus
El especialista, en declaraciones recogidas por Mundo UR, subrayó que si bien la mayoría de los casos son causados por un virus predominante, la posibilidad de una coinfección es una realidad que no debe ignorarse. Esta coexistencia de múltiples agentes virales en un mismo paciente puede complicar el diagnóstico y el tratamiento.
«Un paciente puede presentar una mezcla de COVID-19 e Influenza,» advirtió Bacci. La buena noticia es que para estas patologías específicas y de alto impacto existen tratamientos bien definidos que, aplicados a tiempo, pueden mitigar los síntomas y reducir el riesgo de complicaciones serias, especialmente en poblaciones vulnerables.
Sin embargo, el panorama se torna más difuso con el resfriado común. El doctor Bacci hizo hincapié en que este no es provocado por un único agente, sino por una mezcla variada de virus. Para estos casos, la medicina moderna aún no dispone de un tratamiento antiviral específico, por lo que la estrategia se centra en el manejo sintomático para aliviar las molestias mientras el cuerpo combate la infección.
La clave está en el aislamiento y la prevención
Ante este escenario, la medida más efectiva para cortar las cadenas de transmisión sigue siendo la prevención activa. El infectólogo fue enfático en la necesidad de implementar medidas de aislamiento, particularmente para proteger a los grupos más susceptibles de desarrollar cuadros graves.
Recomendación vital: Se debe aislar a los pacientes con virus activos para evitar el contacto directo con niños y personas de la tercera edad. Estos dos grupos etarios son los más propensos a sufrir complicaciones respiratorias que pueden derivar en hospitalizaciones.
Esta temporada de reuniones y celebraciones no debe significar un relajo en las medidas de bioseguridad. El uso de mascarillas en espacios cerrados, la higiene constante de manos y la ventilación de los ambientes son prácticas que, aunque ya conocidas, deben ser reforzadas. El objetivo es claro: disfrutar de las festividades navideñas minimizando el riesgo de contagio y garantizando la salud respiratoria de toda la familia. La temporada de virus ya está aquí, y la respuesta debe ser la cautela y la responsabilidad.
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