
Venezuela, entre los países más afectados por ciberataques
La ciberdelincuencia representa una amenaza creciente y alarmante para los ciudadanos y el sector productario en Venezuela. Según datos de la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV), el país no solo figura entre los más vulnerables de la región, sino que las estadísticas internas revelan una penetración masiva del fraude digital, afectando a la vasta mayoría de la población.
Pedro Pacheco, presidente de la ABV, ha encendido las alarmas al señalar que Venezuela ocupa el tercer lugar en incidencia de ciberataques en América Latina, solo superado por las economías más grandes de la región: México y Brasil. Sin embargo, la cifra que subraya la magnitud de la crisis a nivel individual es aún más impactante: aproximadamente el 80% de los venezolanos ha sido víctima de algún tipo de fraude digital, lo que evidencia una vulnerabilidad sistémica en un entorno cada vez más dependiente de las transacciones electrónicas.
La temporada decembrina, un imán para el fraude
La preocupación se intensifica con la llegada del último trimestre del año. El presidente Pacheco advirtió que el aumento de la actividad comercial y el volumen de transacciones asociadas a la temporada decembrina actúan como un potente catalizador para los ciberdelincuentes.
«A mayor número de transacciones, mayores oportunidades ven los ciberdelincuentes,» explicó el dirigente en una entrevista con Unión Radio. «El incremento en el flujo de dinero digital y la prisa de las compras de fin de año crean un caldo de cultivo perfecto para ataques de phishing, estafas con tarjetas y fraudes de ingeniería social que buscan aprovechar el factor humano.»
Este riesgo no solo pone en peligro el patrimonio personal de los usuarios, sino que también amenaza la estabilidad y confianza en el sistema financiero nacional, haciendo que la prevención se convierta en una prioridad de seguridad nacional.
Pymes y la cultura de ciberseguridad
Si bien las grandes corporaciones bancarias y de telecomunicaciones suelen invertir en sistemas de seguridad robustos, las pequeñas y medianas empresas (pymes) se mantienen como el eslabón más débil de la cadena de protección. La falta de recursos especializados y la percepción de ser blancos «menores» las convierte en objetivos fáciles para el ransomware y la sustracción de datos.
Frente a este panorama, la ABV ha emitido una recomendación crucial que busca fortalecer la defensa colectiva: la creación de comités de ciberseguridad multisectoriales y espacios de capacitación conjunta. El objetivo es facilitar la transferencia de conocimiento técnico y herramientas de protección entre distintos gremios y sectores productivos.
La educación como el escudo definitivo
La Asociación Bancaria de Venezuela no se limita a las advertencias, sino que impulsa una agenda proactiva. Actualmente, están desarrollando y promoviendo programas de educación financiera que integran de forma prioritaria temas de ciberseguridad, tecnología blockchain e inteligencia artificial. El propósito es doble: preparar a los usuarios para reconocer y evadir nuevas formas de fraude, y equipar a las entidades con las herramientas para gestionar riesgos avanzados.
Al concluir su intervención, Pedro Pacheco fue enfático al destacar que la prevención y la educación son la piedra angular de la defensa digital.
«La tecnología avanza más rápido que las regulaciones,» sentenció el presidente de la ABV. «La mejor defensa frente a los ataques digitales no es solo la última tecnología, sino una cultura preventiva sólida. Debemos educar a cada usuario para que se convierta en su propio firewall.»
El mensaje es claro: mientras el país se digitaliza a pasos agigantados, la responsabilidad de la ciberseguridad recae tanto en las instituciones como en la conciencia y formación de cada venezolano.
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