Por José Caldera
Desde Un Nuevo Tiempo concebimos la Asamblea Nacional como un espacio para la discusión de planes y proyectos de un país pluralista que permita un verdadero avance hacia el progreso, y no que sirva para alguna particularidad partidista.
Desde nuestros inicios como partido nacional hemos abogado y defendido la necesidad de construir un mejor país a través de la participación protagónica de la ciudadanía, prueba de esto fue el esfuerzo pionero de la conformación de una coalición de unidad en el 2006 y otra muestra es que fuimos el último partido en adherirse a la decisión de no participar en las elecciones parlamentarias del 2005.
Nunca ha sido política de nuestro partido el cambiar caminos por trochas, no creemos en soluciones mágicas, pero creemos fielmente en acompañar a las comunidades en sus necesidades.
Y ante el clamor de una sociedad que exige cambios, nosotros con responsabilidad debemos asumir el compromiso de agotar los canales democráticos contemplados en nuestra Constitución y qué mejor forma de hacerlo que rescatando el espacio de debate, discusión y solución por excelencia de nuestro país.
Un estudio reciente de la Facultad de Estudios Políticos de la UCAB determinó que el 69 por ciento de los venezolanos creen en el voto como uno de los principales elementos de participación y transformación.
Nuestra Asamblea Nacional ideal no es otra que aquella que se basa en el reconocimiento de la condición humana de todo aquel que piensa diferente para la discusión de las ideas, sin importar de donde provengan los aportes, siempre y cuando vayan en beneficio de la sociedad.
Para tal tarea necesitamos levantar los puentes necesarios para que todo aquel que se siente abandonado o traicionado, por la promesa de quien en un momento juró acabar con la pobreza y hoy se beneficia de la misma en cada proceso electoral.
Creemos en una asamblea donde los intereses económicos y los caprichos políticos no estén por encima del compromiso de representar las necesidades de los ciudadanos.
Hoy podemos decir que nuestra Asamblea Nacional ideal para el 2015 se debería parecer mucho a las discusiones en los estadios de béisbol de todo el país, donde se da el debate apasionado, rudo y de altura, pero por encima de toda diferencia impera el respeto y el reconocimiento al otro.
Nuestra próxima Asamblea Nacional debe generar respuestas contundentes a las necesidades de la sociedad y permitirnos enrumbar a Venezuela en las vías del desarrollo, que hasta el momento se nos hace esquivo, por ejemplo, nuestros enfermos mueren en los hospitales como en los tiempos de la colonia, por alguna gripe o por falta de medicamentos.
Debemos de tomar los caminos que nos permitan llegar a ser aquella tierra donde los extranjeros venían a cumplir sus sueños y no un país de inmigrantes.
Ya llegará el momento en el que paguen los responsables de hacer que despidamos a nuestros amigos y familiares en aeropuertos y cementerios.
Hoy más que nunca nuestro compromiso está en hacer una generación comprometida con su país y con sentido de responsabilidad. Pero como diría hace 200 años José Félix Ribas: “Ni aún podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer”.
Secretario de Participación Ciudadana UNT-Zulia
@JoseLCaldera