
Las relaciones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos atraviesan uno de sus momentos más críticos y volátiles, desencadenando una tormenta diplomática de alto calibre. La tensión se disparó tras las sanciones al presidente colombiano, Gustavo Petro, a su esposa, a su hijo Nicolás y al ministro Benedetti.
El conflicto escaló recientemente con duras declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien calificó a Petro de «matón y un mal tipo» y lo acusó de ser un «líder del narcotráfico» y de «fabricar muchas drogas». Trump también aseguró que Estados Unidos suspendió todos los pagos a Colombia y advirtió a Petro que más le vale frenar las operaciones del narcotráfico «o Estados Unidos las cerrará por él, y no lo hará de manera amable».
Detalles de la escalada
La principal causa de la reciente crisis radica en las declaraciones de Petro en septiembre, donde supuestamente pidió a los soldados estadounidenses que desobedecieran las órdenes de sus superiores en el contexto de la ofensiva israelí en Gaza, instándolos a «obedecer la orden de la humanidad». Aunque Petro y sus aliados han calificado la acción de EE. UU. como una violación del derecho internacional y las normas de inmunidad diplomática que protegen a los jefes de Estado en la ONU, el gobierno estadounidense consideró sus palabras como «imprudentes e incendiarias» e incitadoras a la violencia y al derrocamiento del orden constitucional.
La revocatoria del visado presidencial fue inmediatamente catalogada por Petro como una ruptura de las normas de inmunidad en que se basa el funcionamiento de la ONU. En respuesta a las posteriores acusaciones de Trump, el presidente colombiano afirmó que se defenderá ante la Justicia de EE. UU. de las «calumnias» emitidas por altos funcionarios.
Impacto político y reacciones
La situación ha generado una fuerte reacción en Colombia:
Petro y su Gobierno: El mandatario ordenó el relevo de embajadores que no se alineen con su política exterior y acusó a EE. UU. de quebrar el derecho internacional. La canciller y otros miembros de su gabinete han ofrecido renunciar a sus propias visas en solidaridad con el jefe de Estado, en lo que se ha descrito como una «entrega a la retórica de Petro» por parte de la diplomacia colombiana.
Oposición en Colombia: Aunque figuras de distintas corrientes ideológicas han rechazado las medidas de EE. UU. por el impacto que podría tener en la economía binacional, muchos opositores acusaron a Petro de responder con «bravuconadas populistas» e irresponsabilidad.
La tensión se mantiene al máximo, con el gobierno de Colombia trabajando en decisiones administrativas sobre aranceles, aunque Petro asegura que no son una «reacción a la amenaza, sino al interés nacional». Se espera que las tensiones continúen mientras ambos países mantienen posturas firmes y públicamente confrontacionales.
www.diariorepublica.com



