El candidato oficialista de izquierda Alejandro Guillier votó confiado en alcanzar una victoria «estrecha pero clara» en un reñida segunda vuelta de las presidenciales este domingo en Chile, mientras que su contendor, el derechista Sebastián Piñera, llamó a la unidad para ganar.
«Yo creo que vamos a ganar por una diferencia estrecha pero clara, no milimétrica, estamos muy optimistas», aseveró Guillier, senador y veterano de periodista de 64 años que votó en la ciudad de Antofagasta, unos 1.400 km al norte de Santiago.
Acompañado de su familia y correligionarios, este conductor de televisión vive su primera experiencia como candidato presidencial.
«He pasado por momentos muy duros y momentos emocionantes, es el año más intenso de mi vida», afirmó Guillier, quien se trasladaba a Santiago para esperar el resultado.
Por su parte, el expresidente Sebastián Piñera (2010-2014) votó en la capital chilena también acompañado de su familia y afirmó que esperará el resultado con «humildad y esperanza».
También llamó a la «unidad» de los chilenos para triunfar en el sufragio.
«Tengo la firme convicción de que vamos a ganar estas elecciones», aseveró este millonario empresario de 68 años.
El ganador del balotaje sucederá a la presidenta Michelle Bachelet y gobernará durante el periodo 2018-2022.
– Participación –
La participación, que en la primera vuelta fue de cerca del 47%, será fundamental para inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Cuanto más gente vote, más posibilidades tiene Guillier de ganar, estiman los analistas.
Con el 55% de los votos que recibieron sumados los seis candidatos de centro izquierda en noviembre, Guillier tiene más probabilidades de aumentar su caudal electoral que Piñera.
Guillier instó el sábado desde Facebook a los chilenos «a participar, a no retroceder y seguir avanzando por el crecimiento social, justo y solidario que soñamos».
«Si ustedes lo deciden, seré el presidente de la unidad y de los Tiempos Mejores (lema de campaña) para todos», dijo por su parte Piñera a sus seguidores en un tuit.
– Incertidumbre –
«Esta es la elección más incierta desde el retorno a la democracia», afirmó a la AFP Marco Moreno, analista político de la Universidad Central.
Aunque los dos candidatos proponen visiones diferentes de un país que pidió en la primera vuelta un cambio en la forma de hacer política y la profundización de las reformas emprendidas por la socialista Bachelet, en las últimas semanas sus programas se han ido acercando en asuntos como educación gratuita y la reforma de las pensiones, un sistema heredado de la dictadura de Agusto Pinochet (1973-1990).
– Sin mayoría para gobernar –
«Cualquiera de los dos candidatos que llegue a la presidencia va a tener gobiernos muy difíciles porque hay un descontento generalizado con la élite política del país», advirtió Navarrete.
En un Parlamento que tras la primera vuelta quedó muy fragmentado y sin ningún grupo con mayoría absoluta, tanto Piñera como Guillier tendrán que pactar con otras fuerzas para sacar adelante cualquier reforma.
Tras unos años de ralentización, el futuro inquilino del palacio presidencial encontrará una economía en pleno crecimiento gracias principalmente a la recuperación del precio del cobre, del que Chile es el principal productor mundial.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé un crecimiento del PIB del 2,8% para 2018, después del 1,4% que vaticina para 2017, el más bajo en ocho años.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com