
El Parlamento neerlandés manifestó este miércoles 10 de diciembre su profunda preocupación por la seguridad de las islas de Aruba, Bonaire y Curazao, territorios caribeños del Reino de los Países Bajos situados a pocos kilómetros de la costa venezolana. La inquietud surge ante la escalada de tensiones militares y políticas entre Estados Unidos y Venezuela, cuyos efectos podrían alcanzar estas islas.
Durante un debate parlamentario, varios diputados alertaron sobre el riesgo de que el conflicto se extienda al territorio neerlandés en el Caribe. «No es un asunto lejano, es la puerta de entrada a nuestro Reino,” advirtió Henk Vermeer, parlamentario del partido agrícola BBB, reflejando la inquietud generalizada ante las operaciones estadounidenses y la inestabilidad regional.
Posición del Gobierno y Medidas Preventivas
El ministro neerlandés interino de Exteriores, David van Weel, insistió en que no existe un peligro inmediato para las islas, pero confirmó que el Gobierno sigue «muy de cerca» la situación. Van Weel aseguró que se mantienen contactos permanentes con las autoridades insulares y consultas con países vecinos para coordinar una respuesta en caso de que la tensión aumente.
Como medida preventiva, el buque de la marina neerlandesa Zr.Ms. Den Helder ha sido desplazado hacia el Caribe para reforzar la capacidad logística de Países Bajos en la zona. El ministro pidió calma, pero garantizó estar disponible «día y noche» para las autoridades insulares si fuera necesario.
Críticas a las Operaciones Estadounidenses
La escalada de tensión se intensificó tras los recientes ataques estadounidenses contra decenas de embarcaciones procedentes de Venezuela, calificadas como “lanchas de narcotráfico,” que han resultado en la muerte de decenas de personas.
Los grupos parlamentarios ecologistas y socialdemócratas (GL-PvdA) y el liberal progresista (D66) consideran que estos ataques vulneran el derecho internacional y criticaron la falta de información por parte del Gobierno neerlandés para verificar las acusaciones de EE. UU.
La diputada Kati Piri (GL-PvdA) calificó de “problemática” la ausencia de una condena oficial neerlandesa a la violencia en el Caribe, a lo que Van Weel respondió que Países Bajos “no participará de ningún modo en ninguna operación estadounidense” y que cualquier investigación sobre posibles abusos debe seguir los cauces previstos.
Contexto de Presión Militar
Frente a la costa venezolana, Washington ha concentrado una importante fuerza militar, incluyendo el portaaviones USS Gerald R. Ford y un submarino nuclear. Esta tensión se suma a las recientes declaraciones del presidente de EE. UU., Donald Trump, quien no descartó una posible invasión terrestre a Venezuela.
Por su parte, el Gobierno de Caracas advirtió este martes que luchará «con absoluta certeza» ante una eventual agresión, acusando a EE. UU. de querer «una guerra para asolar» al país.
El líder de la izquierda antirracista Denk, Stephan van Baarle, también advirtió que la situación humanitaria en Venezuela no puede justificar que Países Bajos sea arrastrado a “una política neocolonial impulsada por intereses en los recursos.”
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