
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, alzó la voz este miércoles para denunciar categóricamente que el imperialismo estadounidense, en connivencia con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), está utilizando una persistente campaña de descrédito y desprestigio contra la nación para generar un pretexto que justifique futuras agresiones.
La firme declaración fue emitida por el primer mandatario nacional durante un multitudinario recorrido por la localidad de Cagua, en el municipio Sucre del estado Aragua, donde fue recibido por una asamblea popular en el sector 3 de la urbanización Rafael Urdaneta, La Segundera.
Desde allí, el Jefe de Estado enfatizó que la estrategia mediática y política busca «manchar» la imagen del país y de la Revolución Bolivariana, un plan que, según sus palabras, ha sido sistemáticamente derrotado por la conciencia y la valentía del pueblo.
La fórmula del descrédito: De Chávez a Maduro
El Presidente Maduro desglosó la táctica imperial, señalando que el objetivo inicial de la campaña era «manchar a Chávez; después, manchar a Maduro; y con esa campaña justificar cualquier cosa contra nuestro país». Esta táctica, afirmó, busca sentar las bases de una narrativa que criminalice al liderazgo y al sistema político venezolano ante la opinión pública global, allanando el camino para la aplicación de medidas coercitivas unilaterales o cualquier tipo de intervención.
El mandatario insistió en que esta estrategia no es nueva, sino que forma parte de un «manual» histórico aplicado por el imperialismo norteamericano para desestabilizar y derrocar gobiernos que no se alinean a sus intereses en Latinoamérica.
Un manual de agresión histórica y replicada
En un llamado a la memoria histórica, el líder bolivariano recordó los nefastos episodios de la injerencia estadounidense en el continente, mencionando explícitamente las invasiones, golpes de Estado y derrocamientos de presidentes legítimos en naciones hermanas como República Dominicana, Brasil, Chile y Nicaragua.
Subrayó que las herramientas empleadas en estos casos son idénticas a las que hoy enfrenta Venezuela: una combinación de guerra económica, guerra psicológica y guerra política, diseñadas para fracturar la sociedad y debilitar la soberanía nacional.
«Le aplicaron el manual. Ese que nos han aplicado a nosotros en el 2000, 2001, 2002, 2004, 2006, 2008, pero lo hemos derrotado con la conciencia del pueblo, con la valentía del pueblo bolivariano», aseveró, destacando la capacidad de resistencia del proyecto bolivariano a lo largo de más de dos décadas.
El presidente Maduro concluyó su reflexión con un mensaje de esperanza y autodeterminación para la región: «No han dejado ser a nuestra América. No la han dejado ser; pero América conseguirá su camino». Esta frase resuena como un compromiso de la Revolución Bolivariana con la consolidación de la independencia y la soberanía plena de toda la región frente a las pretensiones hegemónicas.
La denuncia del Jefe de Estado subraya la necesidad de mantenerse en alerta ante las maniobras externas y reafirma la vía de la unidad cívico-militar como principal escudo para la defensa de la paz y la soberanía de la República.
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