
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo este lunes una postura de alta ambigüedad y presión máxima sobre Venezuela, al insistir en que «no descarta nada» respecto a una posible acción militar, mientras simultáneamente reafirmó su disposición a dialogar con Nicolás Maduro.
«No descarto nada, simplemente tenemos que encargarnos de Venezuela», declaró el mandatario republicano durante un evento celebrado en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en el contexto del incremento del despliegue militar estadounidense en el Caribe, bautizado como «Operación Lanza del Sur».
💬 La Puerta Abierta al Diálogo
Al ser consultado sobre la posibilidad de una conversación directa con Maduro antes de cualquier ataque, Trump respondió: «Probablemente hablaré con él, yo hablo con mucha gente.» El presidente añadió: «Veremos qué pasa. En un momento dado estaré hablando con él.»
Esta declaración sigue a su anuncio del domingo 16, cuando aseguró que «podría haber discusiones» con el líder venezolano, pues «Venezuela quiere hablar».
⚖️ Críticas al Régimen y Presión Antiterrorista
A pesar de la apertura diplomática, Trump reiteró duras críticas al gobierno de Caracas, afirmando que Maduro «no ha sido bueno con EE. UU.» y denunciando que el ejecutivo venezolano está enviando inmigrantes ilegales, incluyendo a miembros de la banda «Tren de Aragua», a territorio estadounidense.
«No me entusiasman quienes gobiernan Venezuela. Amo a Venezuela. Amo al pueblo venezolano, pero lo que le han hecho a este país es inaceptable,» sentenció el presidente.
La escalada de presión de Washington también incluye una acción legal y financiera: el Departamento de Estado anunció el domingo que, a partir del 24 de noviembre, designará al “Cártel de los Soles” (grupo vinculado por EE. UU. a Maduro) como Organización Terrorista Extranjera (FTO), una afirmación que Caracas califica como «un invento».
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