
Un giro histórico en la política exterior de Estados Unidos tuvo lugar este lunes 10 de noviembre, cuando el presidente Donald Trump recibió en la Casa Blanca al presidente interino de Siria, Ahmed Al-Sharaa. La visita marca la primera ocasión en que un jefe de Estado sirio es recibido en el Despacho Oval desde la independencia de Siria en 1946.
Al-Sharaa, un excombatiente rebelde que lideró las fuerzas que derrocaron al presidente Bashar al-Asad en diciembre de 2024, fue elogiado por el mandatario estadounidense.
Durante una breve interacción con la prensa, el presidente Trump expresó su confianza en el nuevo liderazgo sirio:
«Es un hombre fuerte… Queremos que Siria sea un país exitoso, y él puede lograrlo», afirmó el presidente Trump, tras una reunión a puerta cerrada que se extendió por aproximadamente dos horas.
📜 De Detenido a Jefe de Estado
La trayectoria de Al-Sharaa es notablemente compleja. Nacido en 1982 en Damasco, tuvo vínculos iniciales con Al Qaeda y fue detenido por fuerzas estadounidenses en Irak en 2005, permaneciendo bajo custodia hasta 2011. Posteriormente, se desvinculó de la organización, consolidó su liderazgo sobre Hayat Tahrir al-Sham y dirigió la ofensiva que culminó con su designación como presidente interino de Siria en enero de 2025.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacó que el encuentro forma parte de los esfuerzos diplomáticos de la Administración Trump para promover la paz y estabilizar la región de Oriente Medio.
💰 Búsqueda de Inversión y Fin de Sanciones
La visita se produce poco después de que Estados Unidos comenzara a levantar las sanciones impuestas a Siria durante las décadas del régimen Assad. El presidente Al-Sharaa busca en Washington la derogación definitiva de las restricciones restantes que aún obstaculizan la inversión extranjera y los esfuerzos de reconstrucción de su país.
Analistas internacionales ven esta apertura como un cambio de paradigma histórico, que podría permitir a Siria una cooperación más estrecha con las fuerzas estadounidenses en la lucha contra el grupo Estado Islámico y fortalecer las alianzas regionales.
A su llegada a la Casa Blanca, Al-Sharaa fue recibido por decenas de ciudadanos sirios que se congregaron con banderas para mostrar su respaldo al nuevo líder interino.
El gesto de Washington simboliza el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales, con un impacto potencial significativo en la estabilidad regional y en los esfuerzos globales contra el extremismo.
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