
El Gobierno de Venezuela solicitó formalmente una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en respuesta al reciente y ampliado despliegue militar de Estados Unidos en la cuenca del Caribe. La petición fue formalizada mediante un comunicado emitido por la Cancillería.
Venezuela alerta sobre un «Grave Peligro» regional
El canciller venezolano Yván Gil envió una carta dirigida al presidente del Consejo, Vassily Nebenzia, alertando que las operaciones militares estadounidenses constituyen un «grave peligro» para la paz y la seguridad en América Latina y el Caribe.
Gil detalló que el despliegue incluye destructores misilísticos, aviones de combate, tropas de élite y un submarino nuclear operando en las proximidades de las costas venezolanas.
El canciller subrayó que estas acciones militares «ponen en claro peligro la zona de paz» y demandó una respuesta inmediata del Consejo de Seguridad ante lo que calificó como una escalada de agresiones.
Contexto de tensión y acusaciones cruzadas
El despliegue se inició después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, justificara las operaciones en la Asamblea General de la ONU el 23 de septiembre. Trump afirmó que su país utiliza su fuerza militar para desmantelar redes de narcotráfico que, según él, están vinculadas al mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
En respuesta, el Gobierno de Maduro ha calificado estas acusaciones como parte de un plan para promover un cambio de régimen en Venezuela y para apoderarse de las vastas reservas de petróleo del país.
Desde el inicio del despliegue, al menos cuatro lanchas con presuntos narcotraficantes han sido destruidas, dejando un saldo de 21 muertos. Caracas ha denunciado estas operaciones como la ejecución de una «pena de muerte en aguas internacionales».
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