
Desde la madrugada de este sábado, el corazón de la Costa Oriental del Lago (COL) ha sido transformado en un corredor peatonal exclusivo para la fe. Con motivo de la procesión de San Benito de Palermo, las autoridades locales y nacionales han activado un protocolo de seguridad de máxima escala para recibir a la multitudinaria marea de devotos.
Restricciones viales y control de acceso
Para permitir el desarrollo fluido de la festividad, el casco central de Cabimas permanece bajo restricción absoluta de paso vehicular. Los accesos a la avenida principal han sido cerrados, convirtiendo las rutas adyacentes en zonas de tránsito controlado. Estas medidas buscan facilitar la concentración de fieles que, desde las primeras horas del día, han colmado las cercanías de la Catedral.
Un despliegue de fuerza sin precedentes
La magnitud de la celebración ha exigido la movilización de un contingente masivo para asegurar que la jornada transcurra sin incidentes:
Seguridad Ciudadana: Más de 1.200 funcionarios de diversos cuerpos policiales y de rescate patrullan el área.
Respaldo militar: Aproximadamente 6.000 efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) han sido distribuidos en puntos estratégicos.
Zonas críticas: Se mantiene una vigilancia especial en la tarima principal y en los alrededores del templo matriz para evitar aglomeraciones peligrosas.
El epicentro de la devoción zuliana
A pesar de los estrictos controles, el fervor no ha mermado. Peregrinos de todo el estado Zulia y de regiones vecinas se han congregado al ritmo de los chimbangles, cuyos 20 grupos ya afinan cueros para guiar el recorrido.
La imagen del «Santo Negro» será custodiada y movilizada por más de 70 cargadores, en lo que se proyecta como una de las procesiones más concurridas y seguras de los últimos años. Las autoridades instan a los asistentes a colaborar con los funcionarios y a mantener el orden durante el trayecto hacia la parroquia La Rosa.
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