Haber revertido el contrabando de extracción a Colombia hacia un proceso de importación de productos de primera necesidad a Venezuela y estabilizar los anaqueles de Zulia en medio de la emergencia, han sido, a juicio del secretario de Gobierno de la entidad, Giovanny Villalobos, parte de los alcances de la medida que comenzó hace siete meses en la región y que permite el ingreso legal de productos del vecino país para lidiar contra la escasez local.
Villalobos considera que la reapertura gradual de la frontera, iniciada el pasado sábado, y el siguiente paso de permitir la circulación de vehículos, contribuirá a que bajen los precios de los productos traídos desde Colombia, encarecidos por las ‘alcabalas’ improvisadas en las trochas.
El funcionario indicó que en esta nueva fase evaluarán los precios de los productos traídos del vecino país: “Estamos exigiendo los controles de precios (…) Nosotros colocamos entre el 8% y un 16% de ganancias, pero vimos que los revendedores llegaron a tener productos con márgenes de ganancias del 90%, 100% y 150% que no era lo que estaba previsto”.
Explicó que cuando iniciaron la revisión de precios y plantearon la crítica, “ellos nos alegaron que los ‘mecateros’ (colocados en las trochas) cobran una especie de vacuna y algunas autoridades, legales o no, del lado de Colombia, también les ponen tasas impositivas y esto aumenta los precios. Por eso digo que una de las mejores cosas que le va a pasar a los zulianos es la reapertura de la frontera, porque va a abaratar los costos entre el 40% y el 50% de los productos de tocador y de alimentos que tenemos en la ciudad (…) vamos a exigir las facturas mediante una red de veedores para verificar los precios de los productos traídos desde Colombia”.
A diario pasan unos 500 camiones con productos desde el vecino país autorizados por el Ejecutivo regional. “Vamos a traer cauchos importados y baterías a muy buen precio”, anunció.
Al realizar un balance del trabajo realizado por el gobernador Francisco Arias Cárdenas en los últimos siete meses para enfrentar la escasez, Villalobos señaló que “nos dedicamos a tratar de abastecer los anaqueles de farmacias, abastos y panaderías de Zulia, porque llegamos a tener las estanterías totalmente vacías y la única vía que tuvimos en el corto plazo, fue organizar esos ‘listineros’ que se agremiaban en cooperativas para sacar casi cualquier cosa a Colombia, los convertimos en unos aliados lícitos que han traído más de 5 mil camiones de alimentos en los últimos seis meses”.
Aseguró que “uno de los objetivos que logramos fue convertir a los contrabandistas que extraían desde la gasolina hasta productos de tocador y de alimentos a Colombia en el transporte de los importadores de Zulia que son los que están llenando los espacios privados”. El secretario de Gobierno expresó que si bien no se ha logrado la estabilización completa con el suministro de productos hechos en Colombia, “sin duda alguna hemos logrado por lo menos abastecimiento”.
Citó el caso de la escasez de harina panadera, y dijo que gracias a la importación el Zulia dispone de inventarios hasta mayo de 2017. Hay 2 millones 500 mil kilos de harina panadera disponibles. “Pero vamos a seguir trayendo harina para abastecer a otros lugares”.
“Llegamos a tener carestía de pan y escasez en algunas panaderías, ahora tenemos harina panadera hasta el mes de mayo, de manera que logramos revertir un proceso de extracción hacia un proceso de importación mientras las variables macroeconómicas del país se estabilizan”, apuntó.
El funcionario dijo que la frontera del Zulia con Colombia nunca se cerró para los indígenas. “Quiero salirle al paso de rechazar la permanente mentira despiadada de algunos miembros de la MUD, de decir que el gobernador Arias Cárdenas está con el bachaqueo, pues lo hemos enfrentado en todos los aspectos (…) Estos productos son importados por gente muy honorable que compran en bolívares que cambian por pesos. Hemos observado además una xenofobia absurda”.
El funcionario se refirió además a las medidas para evitar el ‘bachaqueo’ que incluyen la migración de productos de supermercados a los Clap, que en la región son 2.200. “Solo nos quedan cuatro establecimientos privados y públicos que vamos a meterle el alicate para presionar a que los productos se los vendan a la Gobernación, no se los estamos quitando, se los vamos a comprar para destinarlos a los Clap y colocar aguas abajo en los 3 niveles de venta: el PAE, Fundamercado y la combinación de Pdval, Mercal y los Clap”.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com