Los zulianos tienen que caminar para poder conseguir por lo menos un atamel y que el costo no sobrepase lo estimado de sus bolsillos.
Las farmacias se mantienen llenas, pero no de medicamentos; ellas colman sus anaqueles de cremas, golosinas, desinfectantes y otros productos que tienen su importancia, pero no que se pueden encontrar en supermercados.
Por lo que conseguir analgésicos como Atamel forte, Diclofenac, Brugesic o cualquier otra marca se ha convertido en “el dulcito diario”, pues nunca lo hay por lo que muchos terminaa cayendo en el mercado informal y recurriendo a los buhoneros, «donde tampoco se encuentran facilmente», según indicó a Diario República la Sra. Anneris Bellio.
«Un no hay o un sí, a alto costo»
Así mismo, la falta de tratamientos médicos y la impotencia de no poder conseguirlos, altera la tensión del zuliano. El acostumbrarse al “NO HAY” de las farmacéuticas es el día a día de las personas; antes de entrar en cualquier droguería rezan un padre nuestro para que le digan, que si hay lo que buscan y a bajo costo. Pero esto solo queda en un buen sueño.
El maracucho, como el resto del zuliano ha tenido que cambiar su forma de vivir y la facilidad de conseguir todo “yo tengo cinco meses sin tomar mis pastillas de la tensión, he ido a ocho farmacias y siempre me dicen que no hay, que las busque en Las Pulgas y no puedo tomar la opción de comprar un analgésico, para aliviar los dolores de cabeza que me causa la falta de mi tratamiento, porque no se consiguen y lamentablemente no me van ayudar” asi expresó la Sra Luisa Carrasquel, zuliana, madre de familia.
Ni insumos se consiguen
Otros zulianos visitan las farmacias para buscar insumos m{edicos que le piden en los hospitales y ambulatorios, por ejemplo, para cualquier sutura «te pide guantes quirúrgicos y gazas, que sus costos han llegado a elevarse tanto como el costo de un kilo de arroz» dijo Yony Paz del municipio San Francisco.
Este hombre trabajador dice “hasta donde hemos llegado, una gaza cuesta 65 mil bolívares y un par de guantes 200 mil bolívares, y que más tiene que hacer uno, sino, es comprarlo, porque lo necesito de urgencias; y no solo es eso, es todo lo que pasa hoy día y más con el sector salud”
No solo es el no conseguir los medicamentos, es el conseguirlos y no tener el dinero suficiente para comprarlo, acentó el entrevistado.
Según, Jilma Rondón, zuliana, madre de familia, el precio que mantienen las farmacias y el que tienen los buhoneros es el mismo ninguno de los dos se compadece del bolsillo del zuliano, unos se quieren hacer ricos a costillas de los demás y otros lo hacen porque no son sensibles a la situación que está pasando Venezuela.
Rondón, asegura que el 85% de las familias zulianas no pueden pagar por una tableta ni de vitaminas, porque después no tienen para comprar la cena.
El exceso de los costos de los medicamentos y la falta de ellos hacen que la situación empeoré cada vez más para el buen sentir del zuliano.
Diario República/Gregoria Arroyo, pasante unica