Para ser bella hay que ver estrellas dice una frase que parece haberse incrustado en todo el mundo este año, pues la estética fue uno de los puntos que más noticias generó en materia de salud durante 2012, no solo en Venezuela, sino en el mundo entero.
Aproximadamente 256.000 personas se sometieron a una cirugía plástica en 2012 en Venezuela, una cifra récord que casi duplicó las intervenciones del año 2011, cuando 130.595 venezolanos se sometieron al bisturí.
Ésta y otras noticias destacaron en el ámbito de la salud el año pasado.De acuerdo con cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética, el país se mantiene entre las 20 naciones con más intervenciones estéticas.
En diciembre de 2011 se recibió la noticia de los fraudulentos implantes mamarios de la compañía francesa Poly Implant Prothese (PIP), con repercusión en Venezuela, donde se contabilizaron más de 40 mil prótesis.
“Fue un impacto muy fuerte. Muchas ya veníamos padeciendo los problemas y cuando los medios comenzaron a difundir información todas nos alarmamos. Comenzamos con un grupo muy pequeño que nos fuimos comunicando y luego hicimos fuerza, porque éramos muchas”, expresó Adriana Bavaresco, integrante de la Asociación de Mujeres Venezolanas Afectadas por las PIP.
Las prótesis tenían más de 10 años en el mercado mundial y Latinoamérica, después de Francia era su región más demandante.
El 80% de los implantes habían sido importado para países como Venezuela, Argentina, Bolivia, Brasil y Colombia. Eran hasta tres veces de más bajo costo que el resto de los implantes, pero había un “detalle”: el silicón empleado era médico industrial.
Las constantes protestas y testimonios en los medios, hicieron que la Defensoría del Pueblo iniciara una investigación sobre lo sucedido y, con base en ello, en junio de este año el Tribunal Supremo de Justicia dictó una sentencia en la que ordenó la sustitución y reemplazo de la prótesis de forma gratuita mediante la participación de clínicas, cirujanos y autoridades.
Las prótesis se encapsulan, se rompen y el líquido migra hacia otras zonas del cuerpo, causando innumerables daños morales y psicológicos.
Pero ningún daño estético ha sido más grave, de acuerdo con Jesús Pereira, presidente de la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica, Reconstructiva, Estética y Máxilofacial, que los biopolímeros o silicona inyectada.
“Los efectos son irreversibles en su totalidad. Es imposible sacar el 100% del biopolímero inyectado en el cuerpo. Hay afecciones psicológicas y físicas, que incluyen hasta la muerte, porque algunas manifestaciones son sepsis. Hay al menos 12 muertes registradas en el país por causa de biopolímeros, pero se calcula que el 30% de las mujeres venezolanas se lo han inyectado lamentablemente”, expresó Pereira.
Vía Panorama/Maidolis Ramones Servet