Desde la cosmogonía Taoísta, la vida es un eterno movimiento en donde las causas y efectos, origen y fin se explican a través de las hermosas metáforas del Yin / Yang, estas son regidas por sus propias leyes que las hacen interdependientes, es decir, el universo está interconectado y cada manifestación de él son per se una causa y un efecto al mismo tiempo, por eso análogamente no hay un fin sin un comienzo y no hay muerte sin que haya vida.
Estos principios filosóficos son aplicables al tema de bienestar y la salud, por ejemplo, una emoción puede ser el origen o fin de una enfermedad o dolencia por muy compleja o sencilla que sea, una rabia (causa) en la mañana puede desembocar años después en una enfermedad terminal (efecto), y puede también ocurrir que un machucón en un dedo (casusa) genere una rabia (efecto) y esta sea beneficiosa ya que es una forma de procesar, drenar o aliviar el dolor causado.
Esta visión del universo característico del pensamiento taoísta, contribuyó al desarrollo de técnicas y conocimientos que luego se agruparon en lo que hoy se conoce como la Medicina Tradicional China (MTC). Básicamente las técnicas y tratamientos están clasificados en tres aspectos, a) la acupuntura y moxibustión, b) la fitoterapia (medicina con hierbas) y c) el masaje. Estas tres aristas comprenden una poderosa herramienta en la búsqueda de la salud y el bienestar porque con ellas podemos influir los tres cuerpos que poseemos, el físico, el mental y el espiritual; el origen de una enfermedad puede estar en cualquiera de estos cuerpos y su efecto reflejado en todos o en alguno en particular.
La aplicación de masajes esta presentes inclusive en los animales o, ¿Quién no ha visto a un gato masajeandose una pata con su lengua?. Así pues este legado de sabiduría nos dice que en nuestro cuerpo poseemos zonas reflejas, es decir, puedo mover la bioenergía del hígado masajeando su zona refleja en los pies. Análogamente cada órgano, hueso, sistema muscular, nervioso, mental y endocrino puede ser influenciado desde los pies.
Un masaje puede drenar o procesar cualquier causa o efecto nocivo, evita por ejemplo que una emoción logre convertirse en una enfermedad, y que una enfermedad logre se drenada a través de una emoción. ¡Un masaje a tiempo puede salvar su vida o la de un ser querido!
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