
China ha anunciado hoy un significativo endurecimiento en los controles de exportación de productos químicos que pueden ser desviados para la fabricación ilícita de drogas sintéticas, como el letal fentanilo. En una medida que subraya el compromiso bilateral alcanzado recientemente en la cumbre APEC, el Ministerio de Comercio chino y otras agencias han añadido a Estados Unidos, México y Canadá a la lista de destinos para los que será obligatorio solicitar licencias previas para el envío de estas sustancias.
La decisión, que entra en vigor de inmediato, incorpora un listado específico de 13 precursores químicos sujetos a este control especial, enfocándose particularmente en derivados de la piperidina, la base de numerosos opioides sintéticos. Anteriormente, estos controles solo se aplicaban a países considerados de alto riesgo como Birmania, Laos y Afganistán.
Un paso clave tras el consenso Xi-Trump
Este anuncio se produce a pocos días de la crucial reunión bilateral entre el presidente chino, Xi Jinping, y el presidente estadounidense, Donald Trump, celebrada este mes en Busan, Corea del Sur, al margen de la cumbre APEC. En ese encuentro, que buscaba rebajar meses de intensas tensiones comerciales, ambos líderes acordaron intensificar la colaboración antidrogas.
Washington ha señalado consistentemente a China como la principal fuente de los precursores químicos que, según argumenta, son utilizados por los cárteles mexicanos para fabricar el fentanilo que inunda el mercado estadounidense. Este potente opioide sintético es responsable de decenas de miles de muertes anuales por sobredosis en Estados Unidos, lo que ha generado una grave crisis de salud pública.
El vínculo con la tregua comercial
El compromiso de Pekín de reforzar los controles a los precursores químicos fue un elemento central en la tregua comercial alcanzada con Washington. En respuesta a la acción de China contra el flujo de fentanilo, el presidente Trump anunció la reducción del 20% al 10% de los aranceles impuestos previamente a las importaciones chinas relacionadas con el tráfico de esta droga.
Este pacto de un año incluye además la suspensión de las restricciones chinas a la exportación de tierras raras y el compromiso de China de reanudar la compra de grandes cantidades de soja estadounidense, marcando un deshielo en la tensa relación económica entre las dos potencias.
El Ministerio de Comercio chino justificó el ajuste regulatorio como parte de los esfuerzos continuos para «mejorar la gestión de la exportación de productos químicos susceptibles de desvío» hacia usos prohibidos. Al sumar a sus principales socios comerciales en América del Norte a este régimen de licencias, China envía una señal clara de su disposición a cooperar en la lucha global contra el fentanilo, un flagelo que requiere una respuesta coordinada a nivel internacional.
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