
Un equipo internacional de científicos ha identificado dos anomalías ocultas dentro de la pirámide del rey Micerino (Menkaura en egipcio antiguo), la menor de las tres estructuras principales en la necrópolis de la meseta de Guiza. Este hallazgo, publicado en la revista ScienceDirect, podría indicar la existencia de compartimentos secretos o una segunda entrada.
🔎 La búsqueda de 100 años
La investigación forma parte del proyecto ScanPyramids y se centró en áreas de la pirámide que no habían sido inspeccionadas desde las excavaciones del arqueólogo estadounidense George Reisner entre 1906 y 1910.
Casi un siglo después de los trabajos de Reisner, investigadores de la Universidad del Cairo y la Universidad Técnica de Múnich (TUM) detectaron indicios de vacíos bajo la superficie de granito pulido del lado oriental de la pirámide. Estos indicios respaldan la hipótesis de una posible segunda entrada, basada en las similitudes arquitectónicas entre los bloques de la cara este y los de la entrada principal al norte de la estructura.
Tres técnicas no invasivas confirman los vacíos
Para confirmar su hipótesis, los científicos utilizaron una combinación de tres técnicas no invasivas de vanguardia:
Tomografía de resistividad eléctrica (ERT): Mide cómo la electricidad se mueve a través de la piedra.
Radar de penetración terrestre (GPR): ‘Fotografía’ el interior del material utilizando ondas electromagnéticas.
Ensayos ultrasónicos (UST): Utiliza ondas sonoras de alta frecuencia.
Además de estas técnicas, se empleó un modelo 3D escaneado con láser para crear un boceto detallado de la cara este, permitiendo correlacionar con precisión las mediciones obtenidas.
Identificación de las anomalías
La fusión de todas las imágenes obtenidas proporcionó una visión completa que llevó a la identificación de dos anomalías específicas, denominadas A1 y A2:
Anomalía A1: Se encuentra detrás de un bloque de granito trapezoidal a una profundidad de entre 1,3 y 1,6 metros. Mide aproximadamente 1,5 metros por 1 metro.
Anomalía A2: Está ubicada en la parte superior izquierda de la cara de la pirámide a una profundidad de 1,13 metros y tiene dimensiones de 0,9 por 0,7 metros.
El descubrimiento de estos vacíos abre nuevas vías para la comprensión del diseño arquitectónico de la pirámide de Micerino y para futuras exploraciones en la necrópolis de Guiza.
Www.diariorepublica.com



