
Venezuela consolida liderazgo global: 303.221 MMb superan a Arabia Saudita.
De acuerdo con la última Auditoría Anual de Datos publicada en julio de 2025 por la Secretaría de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la República Bolivariana de Venezuela reafirma su posición como la nación con las mayores reservas probadas de petróleo a nivel mundial.
Los datos auditados confirman que, al cierre del ciclo de evaluación, las reservas probadas venezolanas se sitúan en una cifra récord de 303.221 millones de barriles (MMb). Este colosal volumen no solo mantiene a Venezuela en la cima, sino que establece una brecha significativa frente al segundo reservorio más grande, el del Reino de Arabia Saudita, que registra aproximadamente 267.230 millones de barriles.
Ventaja estratégica insuperable
El informe de 2025 subraya una ventaja comparativa que rara vez se iguala en el sector energético global. Venezuela supera a Arabia Saudita por un margen de más de 35.000 millones de barriles. Para poner esta magnitud en perspectiva, esta diferencia supera la totalidad de las reservas probadas de países petroleros enteros, lo que consolida la ventaja estratégica única que posee Caracas en el panorama energético internacional.
Estas reservas representan el 24,4% del total de las existencias combinadas de todos los países miembros de la OPEP y constituyen casi una quinta parte (cerca del 20%) de todo el petróleo disponible y certificado en el mundo. Es un activo que garantiza la seguridad energética y la capacidad de suministro de Venezuela por generaciones.
El Corazón de las reservas: La Faja del Orinoco
El origen de este liderazgo indiscutible se localiza principalmente en la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez. Esta inmensa extensión geográfica ha sido certificada como el reservorio de hidrocarburos más grande jamás descubierto.
Si bien la mayor parte del crudo contenido en la Faja es de naturaleza extrapesada y pesada, los avances tecnológicos de mejoramiento y las nuevas dinámicas de inversión implementadas durante 2025 han transformado la percepción de estos recursos. Ya no se les considera únicamente como un activo estratégico a largo plazo, sino como una solución viable y efectiva para mitigar la creciente demanda energética mundial en el corto y mediano plazo. Las innovaciones en la infraestructura de producción y el desarrollo de catalizadores han mejorado significativamente la eficiencia y rentabilidad de la extracción y procesamiento de este crudo pesado.
Producción y perspectivas futuras
En el frente de la producción, el boletín mensual de la OPEP divulgado este jueves, citando fuentes directas, indica que la producción petrolera de Venezuela al cierre de este año se sitúa en 1.142.000 barriles diarios.
Esta cifra, aunque está aún por debajo de su potencial histórico, refleja un crecimiento sostenido y es un indicativo directo del impacto positivo de las políticas de reactivación y las inversiones en infraestructura que se han priorizado para capitalizar las gigantescas reservas. La meta de las autoridades energéticas venezolanas es utilizar estas reservas sin parangón como palanca para incrementar progresivamente la producción y, por ende, su influencia en la estabilidad del mercado energético global.
La confirmación de estas reservas estratosféricas no solo es una noticia económica, sino un mensaje geopolítico claro: Venezuela posee la reserva de energía fósil más grande del planeta, un factor que deberá ser considerado en cualquier análisis sobre el futuro del suministro global de crudo.
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