Tras casi 24 horas continuas de protestas y enfrentamientos, las ciudades de Barquisimeto y Cabudare amanecieron con algunos focos de manifestaciones y daños en sus infraestructuras.
Habitantes del municipio Palavecino se les dificultó poder llegar a sus trabajos en Barquisimeto, mientras que el transporte público no trabajó para algunas zonas.
Desde temprano voceros políticos de la entidad se pronunciaron en relación a estos hechos. En un primer momento, grupos oficialistas marcharon desde la avenida Vargas hasta la sede de los Tribunales en el Edificio Nacional para rechazar los actos de violencia ocurridos el martes y exigir que «les caiga el peso de la ley a los terroristas».
Carlos Peña, miembro del Psuv, denunció que estos grupos son auspiciados por el Gobernador Henri Falcón y por el alcalde Alfredo Ramos, para instigar a la sociedad.
Por su parte, el alcalde Alfredo Ramos, rechazó la represión brutal que hiciera la GNB a los manifestantes y consideró que el Gobierno nacional no hace nada para que haya paz sino que cada día aviva la confrontación entre los ciudadanos.
De las protestas registradas el martes resultaron un total de 20 manifestantes heridos, entre los que destaca una joven estudiante de nombre Andreína Bermúdez, quien recibió 15 impactos en su espalda. También se registraron ocho carros dañados por parte de la GNB al violar la propiedad privada de la urbanización Los Cardones.
Por su parte, Norah Farías, directora de la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito, AMTT, indicó que los disturbios de la avenida Lara con Leones y con Capanaparo dejaron cuatro semáforos derribados y un controlador quemado en la avenida Bracamonte.
Vecinos de la zona aseguran que esos actos vandálicos fueron responsabilidad de la GNB, que desplomó los equipos de control vial con las tanquetas.
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