Un mensaje enviado desde una página de internet, la noche del pasado sábado, alertó a Ángel Ibáñez sobre la muerte de su hijo.
Enterrado a metro y medio de profundidad, el cadáver de Ángel David Ibáñez Pérez, de 23 años, fue hallado por su progenitor y sus vecinos.
—“Si quiere encontrar a su hijo, buscá pico y pala para que lo desentierres, está detrás de los terrenos de Enelven”, decía el texto que recibió Ibáñez y que lo derrumbó de dolor.
Se fue hasta el lugar indicado con un sobrino y comenzó la búsqueda. “Inspeccionamos los terrenos y no lo hallamos.
Pedimos ayuda a unos 30 vecinos y donde veíamos arena removida clavábamos una cabilla. En una de las puzadas conseguimos sangre y comenzamos a cavar”, narró, con dolor, el padre.
Continuó: “Lo primero que le vi fueron los pies y luego busqué reconocerlo por una marca que tenía en uno de sus dedos, por un machucón que se hizo cuando era pequeño”.
Los funcionarios del Cicpc acudieron al lugar y terminaron de desenterrar el cadáver. Estaba sin camisa, con un jean azul y medias.
El joven, quien era estudiante del cuarto semestre de comunicación social, según informó su padre, había desaparecido el pasado 18 de noviembre, luego de compartir unos tragos con familiares y amigos, cerca de su vivienda, en el sector 23 de Febrero, de Integración Comunal.
Fuentes policiales revelaron que Ángel David fue a compartir en otro lugar, que no fue precisado y donde sostuvo una discusión con un allegado.
Angel Ibañez
“El cuerpo de Ibáñez presentó tres heridas. No se ha precisado si son por el paso de proyectil o por un arma blanca”, dijo la fuente.
Las investigaciones determinaron que el homicida actuó solo. “Él mismo cavó el hueco y le amarró un mecate en el cuello a Ibáñez para arrastrarlo más de 200 metros hasta la fosa”, precisó el informante.
El cadáver del estudiante estaba en descomposición. “Presentó una data de muerte de más de 72 horas. Sin embargo, tenía cierto grado de conservación, tal vez por la baja temperatura de la arena”, informó la policía.
Los pesquisas de la policía científica investigan la dirección IP del equipo computarizado que utilizó el asesino para enviar el mensaje a la familia.
“Estamos interrogando a cuatro hombres y dos mujeres de la zona que pudiesen aportar información importante. Por ahora podemos asegurar que el homicida es una persona muy allegada a su entorno”, aseguró la fuente.
El progenitor consternado por el dantesco hallazgo expresó: “Mi hijo trabajaba conmigo en la construcción y era estudiante universitario”.
Vía Panorama
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