No pudo soportar el susto que le causó ser víctima de unos robacarros. Belisario José Matute Periche, de 68 años, murió al sufrir un infarto, mientras era sometido por unos asaltantes.
Matute murió la noche del miércoles. A las 6:00 de la tarde, según sus familiares, quienes prefirieron no identificarse, el abuelo había salido de su casa, ubicada en la urbanización Monte Claro, en el norte de Maracaibo, para llevar unos pasapalos al cumpleaños de una de sus sobrinas, cerca de su domicilio.
El tío no pudo acompañar a su querida sobrina en su fiesta de cumpleaños, por quien había salido de su vivienda. “Al volver, mientras metía el carro en el garaje de la casa, lo interceptaron los hampones”, declaró un pariente de Matute.
“A la víctima la ruletearon por más de una hora en su vehículo, un Chevrolet Spark. Su edad y el momento en el que se encontraba hicieron que le ganaran los nervios. En el trayecto, el hombre sufrió un infarto”, informó un vocero policial.
Los ladrones de carros no le brindaron primeros auxilios a su víctima. Tampoco lo trasladaron a un centro de asistencia médica para que fuera atendido o para que, simplemente, confirmaran su muerte.
Hicieron algo inhumano: cuando Belisario Matute dejó de tener signos vitales, los hampones lanzaron el cadáver del sexagenario a la calle 81 del barrio Nelson Mora, una trilla de la barriada, ubicada en la parroquia Antonio Borjas Romero, al oeste de Maracaibo, y huyeron con el vehículo. Solo les interesaba el automóvil.
El cuerpo fue encontrado por vecinos del sector, quienes alertaron a un cuadrante del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez) sobre el hallazgo. Fueron funcionarios policiales quienes avisaron a la familia lo que había pasado.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llegaron a la trilla del barrio Nelson Mora para realizar las experticias y el levantamiento del cadáver. Pudieron identificar a la víctima por un carnet que tenía, que además, lo identificaba como mensajero.
Lo trasladaron a la morgue forense de la Universidad del Zulia (LUZ), donde, en un primer reporte, detectives señalaron que no tenía heridas de ningún tipo y afirmaron que había sufrido un infarto mientras lo ‘ruleteaban’.
Los familiares de Matute, presentes en la morgue, reconocieron el cuerpo de Matute. El dolor primó.
“¡Esos malditos me lo mataron, me lo mataron!”, gritaba, impotente, un hombre.
Los parientes del sexagenario se abstuvieron de ofrecer detalles a los medios de comunicación sobre la víctima y el trágico final.
Uno de los familiares explicó brevemente lo ocurrido y señaló que el sexagenario había trabajado como comerciante durante varios años.
El Cicpc mantiene labores de investigación para dar con el paradero de los criminales que le robaron el vehículo a Matute y le causaron la muerte.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com