Toda su vida profesional la dedicó a traer nuevos seres al mundo. El pasado lunes, a ella le robaron el milagro de la vida, ese que vio cumplirse cientos de veces, mientras atendió innumerables partos en el Hospital Central de Maracaibo.
La ginecobstetra Yrcida Violeta Sánchez Barroso, de 60 años, fue asesinada a las 5:30 de la mañana mientras hacía su caminata matutina para ejercitarse.
Este martes, su cuerpo era velado en la Abadía de las Mercedes. Rodeado de gran cantidad de coronas de rosas, familiares y amigos rezaban y se acompañaban en tan doloroso momento.
Uno de los hermanos de Sánchez habló sobre el suceso. “Desconocemos cualquier tipo de hipótesis o móvil del crimen. Las cámaras de los edificios aledaños no captaron nada. Habían dicho que era para robarle el teléfono, pero ella no lo cargaba consigo”, manifestó Jesús Sánchez, hermano.
Comentó que la doctora se había ido hasta el municipio Cabimas a pasar el 24 de diciembre junto a su hijo, un ingeniero petrolero que residía allí, y que había olvidado el teléfono en la casa donde compartió la fecha navideña. “Ella solamente salió con las llaves de su residencia en las manos”, dijo.
Añadió: “Yrcida no acostumbraba a tomar esas calles cuando salía, todas las mañanas, a trotar o para hacer ejercicios en la Vereda del Lago”.
A las 5:30 de la mañana del lunes, Sánchez pasó por la avenida 3E con calles 73 y 74 cuando fue sorprendida por un presunto delincuente que le propinó un disparo en el intercostal derecho.
Una amiga de la fallecida describió a la doctora como “una mujer intachable que, a quien podía, ayudaba. Ella buscaba una solución a todo problema médico que uno tuviese. Era muy amigable, alegre, sociable. Esto es increíble y las autoridades deben llegar al fondo del asunto”, expresó Jackeline Suárez, amiga de Sánchez, quien le atendió también el parto de sus hijos.
Se conoció que la ginecobstetra había vendido hacía poco su carro, y por ello caminaba hasta La Vereda para hacer ejercicios.
Yrcida vivía con su hija mayor, una abogada de 26 años que tenía planificado irse, ayer, a vivir en Canadá.
La ginecobstetra era la tercera de siete hermanos. Tenía solo dos hijos y estaba separada. Se graduó en la escuela de Medicina de la Universidad del Zulia (LUZ), y comenzó a trabajar inmediatamente en el Hospital Central de Maracaibo, lugar de trabajo que conservó hasta el día de su asesinato.
El pasado 13 de diciembre otro médico, un neurólogo, también fue víctima del hampa. Ovidio Santiago Herrera Villalobos fue asesinado durante un asalto en el sector Primero de Mayo. Recibió un tiro en el pecho.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com