
Una tragedia que conmociona a la comunidad de La Guaira ha culminado con la detención de la madre y el padrastro de un niño de apenas dos años, luego de que el menor falleciera a causa de una brutal golpiza. El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ha identificado a los responsables como Maikeli Del Valle Hidalgo Rodríguez, de 23 años, madre del infante, y Jhoswel Raniel Muller Ruiz, de 22 años, padrastro. Ambos fueron aprehendidos en la parroquia Catia La Mar, municipio Vargas, en lo que el director del Cicpc, Douglas Rico, ha calificado como un presunto caso de infanticidio.
La mentira de la caída y el fatal diagnóstico
El dramático caso de Ángel Gabriel Cardona Hidalgo se hizo público tras su fallecimiento en la Clínica Popular Doctor Alfredo Machado, en la entidad guaireña. Los ahora detenidos habían trasladado al niño a este centro asistencial en al menos dos ocasiones previas. En ambos ingresos, la versión ofrecida a los médicos por la pareja fue la misma: el pequeño se había caído de la cama.
Sin embargo, el segundo traslado resultó ser fatal. Según el reporte oficial, el niño llegó al centro de salud en estado de inconsciencia, y a pesar de los esfuerzos médicos, falleció poco después. La autopsia y los exámenes forenses revelaron la espantosa verdad que la pareja intentó ocultar. El deceso fue consecuencia directa de una hemorragia interna masiva y la fractura de al menos cuatro costillas, lesiones incompatibles con una simple caída accidental, como lo había referido el director del Cicpc.
Patrón de maltrato brutal por “desobediencia”
Las experticias técnico-científicas practicadas por la Coordinación de Investigaciones de Delitos Contra las Personas de la Delegación Municipal La Guaira del Cicpc, desmontaron rápidamente la versión de la pareja. La naturaleza y gravedad de las lesiones apuntaban inequívocamente a un patrón de maltrato físico reiterado y sistemático.
Las pesquisas detallan que Jhoswel Raniel Muller Ruiz, el padrastro, era el principal agresor. Se determinó que Muller Ruiz agredía de forma habitual y brutal al menor, utilizando tanto su fuerza física como una correa para castigarlo. La causa de estos castigos, según las declaraciones recabadas, era que el pequeño Ángel Gabriel era «muy inquieto» y «no hacía caso».
Se presume que el padrastro ejecutaba estas acciones estando bajo los efectos del consumo de sustancias psicotrópicas, lo que incrementaba la violencia de los castigos. Lo más grave del caso es la complicidad de la progenitora: Maikeli Del Valle Hidalgo Rodríguez, la madre de Ángel Gabriel, tenía pleno conocimiento de las agresiones continuas y las permitía, incurriendo en una omisión grave de su deber de protección.
Este patrón de violencia silenciada y encubierta culminó en la golpiza final que arrebató la vida al niño.
Proceso judicial en curso
Tras las detenciones y la recopilación de las pruebas forenses y testimoniales, los dos presuntos responsables fueron puestos a disposición de la Fiscalía Octava del Ministerio Público del estado La Guaira. Se espera que en las próximas horas se realicen las audiencias de presentación e imputación formal por los delitos correspondientes, que podrían incluir infanticidio calificado y complicidad.
Las autoridades del Cicpc han reiterado el llamado a la población a denunciar cualquier indicio de maltrato infantil, destacando la importancia de la colaboración ciudadana para prevenir tragedias como la ocurrida con Ángel Gabriel. El caso ha generado una profunda indignación y abre un debate sobre la necesidad de reforzar las medidas de protección a la infancia en el país.
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