Hace 2 semanas, Lourdes Ramírez –presidenta de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela– pedía que se suscribiera un acuerdo por escrito como muestra de la sincera voluntad de diálogo del Gobierno.
“Es preferible perder días de clase que perder toda la universidad”, dice Ramírez. Foto: Carlos Chourio |
Tras una cordial reunión el miércoles 17 de julio de 2013 en la sede del Ministerio de Educación Universitaria (Mppeu) –junto a la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu)–, esta exigencia se concretó, dando paso a lo que quizás esuno de los mayores adelantos hacia una resolución del conflicto universitario hasta ahora.
Fueron 6 puntos de acuerdo entre las partes: el reconocimiento del rol empleador de las universidades autónomas, la validación de lo establecido en la Ley de Universidades vigente como único escalafón para los profesores, la apertura de la universidad al examen de la sociedad, el debate permanente entre las partes sobre la educación, el establecimiento de las condiciones y participación del Estado en la asignación presupuestaria de las casas de estudio y la progresividad de los derechos laborales.
La rúbrica del viceministro Humberto González, también director de la Oficina de Planificación del Sector Universitario, refrenda lo asentado en la minuta de la reunión.
Ramírez reitera sobre todo la importancia de lograr el reconocimiento del rol empleador, del escalafón y de la progresividad de los derechos. No obstante, para la profesora existe un compromiso moral del gremio de profesores hacia las exigencias que, en paralelo, mantienen los estudiantes universitarios. Una ruta de sucesos hacia el fin del conflicto universitario, explica, necesariamente debe pasar por allí.
Dentro de los puntos a tratar en las reuniones venideras junto al ministerio está que la discusión de los beneficios laborales del profesorado debe darse dentro de las Normas de Homologación, instrumento normativo laboral vigente del profesorado. Para Ramírez, este es un verdadero punto de honor.
Los ojos de la comunidad universitaria nacional están puestos sobre lo que sucederá el lunes 22 de julio de 2013, cuando se reúnan de nuevo, en la sede del Mppeu, los representantes del gremio con los rectores de la Averu y el Gobierno.
Sin duda, Ramírez siente que la disposición que muestra el Gobierno es producto de los mecanismos de protesta pacífica que se han promovido a raíz del conflicto universitario nacional.
Resalta, además, que desde hace 7 años las universidades han estado postergando este mecanismo de protesta a pesar de no recibir respuestas a ninguno de sus reclamos. Agrega que, durante los dos años y cuatro meses en los que Marlene Yadira Córdova estuvo encabezando el Mppeu, nunca tuvieron derecho a una audiencia. “Ni siquiera nos contestó las comunicaciones que enviamos. Fueron años de desatención e irrespeto”, espeta la profesora a través de la vía telefónica.
Frustración estudiantil
A través de las redes sociales se evidencia que, aunque gran parte del estudiantado sintió empatía por las exigencias del profesorado, a medida que pasan los días (desde el 7 de junio de 2013 LUZ se declaró en cese docente) se percibe la frustración por no poder continuar de forma natural su senda académica.
Ramírez ofrece a estos estudiantes una reflexión. “Creo que es preferible perder días de clase que perder toda la universidad”. Señala que los avances logrados para la Universidad y las respuestas del Gobierno son resultados directos de la medida del paro y el estado de conflicto en el que se encuentran 18 casas de estudio de Venezuela.
Verano
La profesora Lourdes Ramírez, presidenta de la Fapuv, explicó que es un compromiso moral para los profesores universitarios dictar los cursos de verano. Sin embargo, reiteró que la decisión de dictarlos debe recaer sobre las asambleas de las asociaciones de profesores en cada universidad.
Vía LUZ/ADN/Roberto Torres Luzardo