El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane reconoció hoy que el choque ante el Legia, que acabó 3-3, fue «un partido raro y complicado», donde a sus jugadores les faltó «un poco de todo, un poco de intensidad, de movimiento, motivación y ganas».
En rueda de prensa al finalizar el partido, Zidane explicó que su equipo arranco con intensidad, aunque tras el primer gol del Legia los polacos «se metieron en el partido» y consiguieron darle la vuelta a la ventaja de dos goles del Madrid.
Vía EFE/www.diariorepublica.com