Giuliano Stroe, con 13 años, se ganó el apodo del “niño más fuerte del mundo”. Con un total de más de 4 millones de followers repartidos entre sus cuentas oficiales (Youtube, Facebook, Instagram, etc), el rumano se autodenomina culturista y lo demuestra con su cuerpo.
Sin embargo, el tipo de entrenamiento que realiza y publica en las redes sociales, levantó todo tipo de repercusiones de parte de los usuarios. A pesar de que su padre supervisa cada sesión, la mayoría de los seguidores lo cuestiona.
“Este tipo de entrenamiento puede provocar graves problemas en el desarrollo muscular y óseo”, aseguraron los expertos.
Stroe nació en junio del 2004 y cinco años más tarde batió su primer Récord Guiness, al recorrer diez metros con un balón medicinal entre las piernas. Al año siguiente, con 20 flexiones de suelo (con las piernas elevadas a 90 grados), aplastó la marca anterior, la cual se situaba en 12.
Aunque el niño muestra con orgullo su contextura física en las redes sociales, el hiperdesarrollo de su musculatura alertó a los expertos. “En este caso, en el que la carga física se hace excesiva para la edad biológica del niño, el entrenamiento pierde el efecto beneficioso sobre el esqueleto y se convierte en traumatizante, alterando el crecimiento normal“, informó Silvia Treviño, especialista en medicina deportiva.
El intenso entrenamiento y los cuerpos bien marcados parece algo hereditario y generacional ya que su padre, Iulian tiene un físico trabajado, mientras que el pequeño de los Stroe, Claudii, sigue los pasos de su hermano Giuliano.