La discoteca “Pulse” en el centro de Florida, donde el año pasado un atacante islamista masacró a 49 personas, será un museo y lugar de homenaje para las víctimas y sus familiares, informó su dueña.
“Recuerden, no permitiremos que gane el odio” añadió, citando el lema de su fundación, OnePulse, creada para ayudar a las víctimas y a sus familiares a superar la tragedia.
No se conocen más detalles sobre lo que será este museo. El diseño y su contenido será decidido por los supervivientes del ataque, así como por los familiares de las víctimas fatales y los socorristas que acudieron a la escena del crimen la noche del 12 de junio de 2016.
El tiroteo en la discoteca gay, cometido por el estadounidense Omar Mateen, fue el más mortífero ocurrido en el país desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El ataque dejó 49 muertos, la mayoría de ellos puertorriqueños, y 68 heridos. En una llamada a la línea de emergencia 911 durante el ataque, Mateen, de 29 años, juró lealtad al Estados Islámico (EI). Fue abatido en un tiroteo con la policía.