Absolutamente todas las personas tienen rasgos distintivos y expresiones faciales que las hacen únicas y especiales.
Pero hay ciertas características o rasgos físicos que son imposibles de ocultar, como los hoyuelos que se forman en las mejillas, especialmente cuando una persona sonríe.
Su origen radica en la zona de la hipodermis, donde hay diversas fibras musculares de la cara que se adhieren a la piel exterior, y en aquellas partes donde hay más tensión se produce un mayor estiramiento y una mayor depresión en la parte exterior, formando el hoyuelo, condición que puede generarse por herencia genética.
Esta singular característica puede formarse en otras muchas zonas del cuerpo, como los codos, las rodillas o la espalda, pero las más comunes son los que se forman en la mejilla.
Anatómicamente, los hoyuelos pueden ser causados por variaciones en la estructura del músculo de la cara conocida como cigomático mayor. En concreto, la presencia de músculo doble o bífido cigomático puede explicar la formación de hoyuelos en las mejillas.
Esta variación bífida del músculo se origina como una estructura única en el hueso cigomático. La formación de los hoyuelos también se pueden dar debido a que las fibras de hasta nueve músculos faciales se entrelazan o unen en una formación muy diversa y multiplanar que se denomina modiolo.
Vía Globovisión/www.diariorepublica.com