¿Quién no ha disfrutado alguna vez quedarse un fin de semana en su casa mirando una serie o varias películas mientras afuera llovía o hacía frío?
A esta tendencia que uniforma de piyamas a todos sus adherentes se la está conociendo como «Nesting», una palabra que en inglés significa «anidar», y que se define, básicamente, como quedarse en casa el sábado y el domingo, en lugar de salir. En verdad, este término ya fue popularizado alrededor de los ´90, y especialmente luego de los atentados del 2001; cuando el hogar se convirtió, frente a la incertidumbre social, un refugio donde desconectarse del mundo exterior y relajarse.
Pero, claro que esta tendencia tiene algunos aspectos positivos y negativos.
Quienes hacen foco en los positivos señalan que quedarse en casa:
- Promueve el vínculo familiar o en pareja.
- Ayuda a ahorrar dinero, y energía si organizas reuniones con amigos.
- Permite hacer un verdadero «corte» de descanso en la semana laboral.
Por el contrario, quienes se oponen a esta tendencia, resaltan que:
- Favorece el sedentarismo y la obesidad
- Vuelve a las personas menos sociales y más introspectivas.
Hay quienes identifican esta tendencia con las nuevas generaciones que priorizan el confort y bienestar personal, antes que las salidas hasta tarde. De todas formas, no se puede generalizar; ambas tendencias conviven y depende de cada gusto personal: hay quienes disfrutan de salir al aire libre y pasear; y quienes aman quedarse en el sofá hasta que se haga de día.
Ahora bien, sí podríamos hacernos algunas preguntas: en verdad, trabajando largas jornadas de trabajo, ¿no estamos también haciéndole mal a nuestro cuerpo? ¿Por qué sería mejor una cosa que otra? Además, ¿no será que frente al ritmo agitado de vida que llevamos necesitamos un «corte» tan abrupto?
Al fin y al cabo quizás solo se trate de una cuestión de equilibrio. Cuidar el mundo interior, descansar, dedicarnos a tareas del hogar; pero también disfrutar de los beneficios que solo el contacto con la naturaleza nos regala. También podemos encontrar ese equilibrio invitando a amigos a nuestra casa si queremos quedarnos ahí, o hacer otras actividades que no sean mirar televisión, como jardinería, cocina, pintura, entre otras.
Vía La Bioguia/www.diariorepublica.com