Los cancilleres de la Unasur se reúnen este miércoles en Santiago de forma extraordinaria para tratar la crisis política en Venezuela, buscando concretar una comisión de diálogo entre la oposición y el gobierno de ese país.
Promovida por Venezuela, en contraposición al debate que convocó por Panamá en la Organización de Estados Americanos (OEA) -organismo que incluye a Estados Unidos y Canadá-, la reunión se realizó en Santiago aprovechando las ceremonias de investidura presidencial de la socialista Michelle Bachelet, que se realizaron el martes.
El canciller de Surinam, Winston Lackin, abrió el ciclo de intervenciones, seguido luego por el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, quien dio la bienvenida a los asistentes en nombre de la nueva presidenta Michelle Bachelet y expresó su deseo de que la Unasur pueda jugar un papel “relevante” en la solución de la crisis política venezolana.
El objetivo del encuentro de cancilleres, según afirmó el martes la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue para formar una comisión que ayude al diálogo en Venezuela.
A la cita asistió el canciller venezolano Elías Jaua, quien viajó a la investidura de Bachelet en reemplazo del presidente Nicolás Maduro, que a última hora suspendió su viaje a Santiago.
Apoyo del Cono Sur
“Venezuela es uno de los países importantes de la Unasur.(…) Merece todo el apoyo de los países de América del Sur, y seguro la va a obtener con la cumbre de (cancilleres de) Unasur”, dijo a periodistas el canciller argentino, Héctor Timermann.
“Que quede claro lo que está pasando en Venezuela: se trata de desestabilizar un Gobierno legítimamente electo y eso no lo podemos permitir”, afirmó de su lado Correa.
Por su parte, para Perú “es importante respetar la no injerencia” en la política interna de un país como Venezuela, de acuerdo a lo señalado por el presidente Ollanta Humala.
Formada en 2008, e impulsada por Brasil para fomentar la integración regional, Unasur intervino el año de su creación en Bolivia para instar al diálogo entre el gobierno de Evo Morales y la oposición por la crisis entre autonomías que estuvo a punto de fracturar a ese país.
En 2010 se pronunció en otra reunión convocada de emergencia a favor del gobierno ecuatoriano de Correa, afectado en aquel entonces por una revuelta policial que desembocó en una crisis política. Tras esa ocasión se creó una cláusula democrática para los países integrantes del organismo, que en 2012 se aplicó contra Paraguay tras la destitución del presidente Fernando Lugo.
En la región también existe en paralelo la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que incluye también a Centroamérica y el Caribe, y que hasta ahora no se ha pronunciado sobre la situación en Venezuela.