Los costarricenses eligen presidente este domingo, en unos comicios en los que por primera vez en la historia un izquierdista podría arrebarle el poder a la derecha gobernante de este pequeño país.
A esta jornada, que transcurre sin incidentes, fueron llamados 3,1 millones de costarricenses para elegir, entre trece candidatos, al sustituto de Laura Chinchilla, primera mujer en el poder en este país centroamericano, y a un Congreso de 57 diputados. Los comicios podrían prolongarse a una segunda ronda si ninguno alcanza el mínimo del 40% de votos válidos, destacó AFP
«Vamos por el cambio» y «no al comunismo», se oye entre los electores, que desde las 6:00 am locales acuden a los centros de votación, ondeando banderitas y vestidos con los colores de sus partidos.
El oficialista Johny Araya, alcalde capitalino por más de dos décadas, aspira a lograr para el Partido Liberación Nacional (PLN), agrupación socialdemócrata que viró a la derecha, el tercer periodo consecutivo.
«Representamos el camino seguro para esta democracia frente a experimentos comunistas», clamó Araya, de 56 años, cuando acudió a votar, vestido de verde -color del PLN-, rodeado por una masa de seguidores y bandas de música popular.
Pero sus aspiraciones se ven seriamente amenazadas, según los sondeos, por el diputado y ecologista de 36 años José María Villalta, de Frente Amplio (FA), que por primera vez le da a la izquierda opción de triunfo en este país conservador.
«Vamos a hacer un cambio para rescatar a Costa Rica», proclamó el izquierdista, tras depositar su voto en una escuela al este de San José, seguido de una multitud amarilla -color del FA- que coreaba: «El pueblo está contigo».
Araya dijo estar seguro de ganar en primera ronda, pero Villalta, que en la madrugada salió a trotar por su barrio y a comprar el pan del desayuno, aseguró que puede «dar la sorpresa».
A ambos les siguen de cerca el historiador Luis Guillermo Solís, de 55 años, del Partido Acción Ciudadana (PAC, de centro), y el empresario Otto Guevara (de 53 años), del Movimiento Libertario (ML, de derecha). Ambos también se dijeron confiados en pasar a segunda ronda.
Al votar, Chinchilla pidió a los candidatos que «acepten con respeto el resultado que haya en las urnas».
El sociólogo Manuel Rojas comentó a la AFP que lo más claro es una segunda vuelta el 6 de abril, dada la atomización de preferencias que hace difícil que alguno alcance el mínimo del 40% para ganar este domingo.
Corrupción y comunismo
Considerado su gobierno el más impopular de los últimos 20 años, Chinchilla deja al país con un déficit fiscal de 5,4%, una deuda pública de 50% de PIB y el primer lugar en América Latina en crecimiento de la desigualdad en 2013.
Araya trató de distanciarse de las críticas contra la gestión de Chinchilla, envuelto en escándalos de corrupción, prometiendo reactivar la economía y reducir la pobreza, estancada en el 20% desde hace dos décadas.
«El PLN va a recuperar sus raíces socialdemócratas, su vocación social», declaró Araya, confiado en un voto «duro» liberacionista.
Uno de ellos, Flor de María Murillo, de 77 años, dijo a la AFP tener su «sangre liberacionista» y no poder cambiar. «Espero que vivamos en paz y no quiero el comunismo», aseguró tras emitir su voto.
De traje y con bastón, Franklin Chacón, de 73 años, dijo esperar que gane Villalta: «Es una opción totalmente diferente para el pueblo a lo que nos ha gobernado en los últimos 50 años».
Villalta, que subió como la espuma encarnando un voto «protesta», promete lucha anticorrupción y un desarrollo con equidad social, tras fustigar las políticas neoliberales aplicadas en las últimas tres décadas, sobre todo por el PLN.
En esa polarización, ya en la recta final, Solís experimentó un ascenso como una opción de centro, lo cual ha hecho impredecibles los resultados. «Siento que el calor es muy positivo, la gente muy entusiasmada», afirmó.
«Cualquiera que gane encabezará un gobierno débil. No podrá gobernar solo con su partido, como ha sido la tónica», comentó Rojas.
Al próximo presidente, que asumirá el 8 de mayo, le tocará un Congreso variopinto y mayoritariamente de oposición, por lo que «necesitará un talante negociador», agregó.
El presidente del tribunal electoral, Luis Antonio Sobrado, llamó a la calma y pidio esperar a los primeros resultados hacia las 8:00 pm locales del domingo, dos horas después de cerradas las urnas.
Unos 3.500 policías, en un país sin ejército, resguardan la jornada en unos comicios en los por primera vez se puede votar en el exterior.
Agencias / Diario República