“Pérdida del poder de compra hace que sea inviable producir en Venezuela”, afirmó el presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Juan Pablo Olalquiaga.
“La economía venezolana en su forma más amplia está pasando por un proceso de severa contracción en combinación con una altísima inflación. La consecuencia de esto es el empobrecimiento del ciudadano. Con una actividad económica reducida, cada vez hay menos puestos de trabajo, se producen menos bienes que a la vez tienen precios más altos y por tanto, los consumidores dejan de tener capacidad de compra. Si no hay demanda de bienes, las pocas fábricas que quedan operativas tienen que ir disminuyendo su producción. Y esto genera una círculo vicioso dramático”, detalló Olalquiaga.
Destacó que “En una situación de altísima inflación, como la que está viviendo el país, los ajustes salariales no representan ningún beneficio para el trabajador. De hecho, si se compara el ingreso real (salario mínimo más bono de alimentación) de enero 2016 con el de enero 2017 la caída es de 44,36%. Es decir, la población que recibe esta remuneración no tiene capacidad adquisitiva”.
Olalquiaga insistió en que las causas de la actual contracción económica en Venezuela son estructurales; son consecuencia de políticas públicas que han destruido sistemáticamente la capacidad de fabricación local haciendo al país dependiente de la importación de productos terminados, los cuales se pudieron pagar cuando los precios y el volumen de exportación del petróleo nacional eran altos.
“El gobierno no cuenta con suficientes divisas para importar y las empresas privadas no tienen acceso a materias primas importadas y tampoco a las nacionales. Esto hace que la producción de bienes en Venezuela sea cada vez más difícil y los costos se incrementen”, sostuvo.
En esas condiciones de contracción de la economía, la industria ha permanecido durante los años 2014, 2015, 2016 y arranca el 2017. “Por lo tanto, no hay ninguna posibilidad de que las empresas incrementen sus volúmenes de producción y puedan crear nuevos puestos de trabajo”.
Olalquiaga señaló que, para superar este círculo dramático que está afectando significativamente la calidad de vida de la población, es urgente que se produzca un cambio político que permita implementar nuevos programas que propicien un proceso de reconstrucción nacional de forma inmediata, tanto en lo social como en lo económico.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com