Por: Francisco Arias Cárdenas
A principios del siglo XIX, Venezuela cosechaba anualmente unas 20 mil toneladas de cacao, rubro que ocupaba el primer lugar en las exportaciones. Fue el cacao uno de los protagonistas de la prosperidad económica y del auge científico cultural que fluyó alrededor del Puerto de Maracaibo, del cual salía el cacao porcelana, cultivado en el Sur del Lago, único en el mundo por su aroma, sabor dulce y suavidad, pero frágil y delicado en el cultivo.
Es por ello que hoy, la repotenciación del cultivo del cacao porcelana figura entre los proyectos prioritarios que impulsa Corpozulia, que ofrece apoyo técnico a los pequeños y medianos productores de diversos rubros agrícolas, en una labor articulada entre las diferentes instancias de gobierno. Igualmente, en el piedemonte de la Sierra de Perijá se desarrolla un programa de siembra y rescate del café de primerísima calidad.
También en el agua hay una siembra promisoria: la producción de camarón en la zona de Caño Sagua, en la Guajira, en el norte zuliano, para sumarlo a los rubros exportables y de consumo interno. Estas iniciativas responden al llamado del presidente Nicolás Maduro al sector privado para la alianza necesaria en la Agenda Económica Bolivariana, y así proveer de alimentos y generar divisas no petroleras. Por ello estamos revisando y evaluando los convenios para avanzar en el fortalecimiento de la economía diversificada. Vamos a replicar en otras zonas de la región esta experiencia productiva, donde participa nuestra gente de la Guajira, organizada en consejos comunales. La especie que se produce es el camarón blanco del Pacífico, de gran adaptabilidad y rentabilidad.
Asumiendo la responsabilidad de Corpozulia, emprendemos una nueva marcha para promover el desarrollo del Zulia Potencia en tiempos de revolución, fundamentados en las ventajas comparativas y necesidades locales, con el imán de la voluntad sincera de participar en la construcción del nuevo modelo económico, creativo e incluyente, para garantizar un porvenir de soberanía, justicia y dignidad.