Respecto a la planificación familiar, Venezuela encabeza el índice de embarazos no planeadosen los países suramericanos y es el tercer país de Latinoamérica solo precedido por Honduras y Nicaragua.
Los tres problemas de salud pública principales producidos por estas situaciones son las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos precoces y los embarazos no deseados.
Hasta 2012, el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela ofrece datos sobre la Tasa de Natalidad del país. Se asegura allí que de los 619 mil 530 nacimientos registrados, 136 mil 039 corresponden a madres con edades comprendidas entre los 15 y los 19 años, mientras que 7 mil 452 provienen de menores de 15 años. Es decir que cerca del 23 % de embarazadas se ubica en grupos de mujeres menores a 19 años.
Noren Villalobos, profesor y coordinador del posgrado de Obstetricia en la Maternidad “Dr. Armando Castillo Plaza”, destaca que no existen datos estadísticos respecto al aumento de la tasa de natalidad en el país gracias a la escasez de métodos anticonceptivos, pero afirma que para obtener los datos que demuestren cómo repercute en los embarazos esta escasez, habría que esperar al menos unos tres meses así como también evaluar si son o no deseados, como explica.
Anticonceptivos escasos
Al respecto, Belmar Franceschi, gerente de programas de la organización civil de Planificación Familiar (Plafam) afirmó que desde hace al menos 6 meses se ha venido acentuando la escasez de métodos anticonceptivos, explicando que se han presentado inconvenientes para distribuir anticonceptivos como las píldoras, en la población, mientras que los preservativos traídos directamente del Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF), se han limitado porque las importaciones son costosas, como señala, y obtener permisos en las aduanas resulta engorroso.
Ricaurte Salom Gil, coordinador del Posgrado de Administración del Sector Salud de la Universidad del Zulia, afirmó por su parte que no considera que el índice de natalidad pudiese aumentar de manera significativa con la escasez de anticonceptivos y si se diese este aumento, no tendría una alta incidencia.
Asimismo, destaca que el grupo familiar solía estar formado por, al menos, 5 personas, con alrededor de 4 niños por familia. Asevera que en la actualidad ese número se ha reducido a 2 niños por familia, enfatizando que el país se está quedando sin jóvenes, estableciendo como causa, no solo la disminución de la natalidad por programas tales como la esterilización femenina, sino también por el alto índice de homicidios en el país y la emigración, que por lo general se dan en personas jóvenes.
Salom Gil, hizo referencia, además, a que la pirámide poblacional en el pasado, solía tener forma de triángulo, mientras que en la actualidad esta “tiene forma de una especie de barrilete, porque el número de jóvenes ha disminuido en proporción y está aumentando la cantidad de adultos y de personas que llegan a la senectud”.
Esta situación, según el Salom, resulta preocupante debido a que Venezuela “pudiese verse en una situación similar a la europea, en la cual el número de personas que serían beneficiarias de pensiones proporcionalmente sería mayor al número de individuos que serían capaces de producir para el país”.
Para 2014, Venezuela presentaba el índice más alto de embarazo precoz de Suramérica, pues de acuerdo al Fondo de Población de la ONU, de cada mil mujeres, de entre 15 y 19 años, 101 quedan embarazadas.
Relaciones tempranas
De acuerdo con el artículo 50 de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopna), los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información respecto a su salud sexual y reproductiva para conseguir una maternidad y paternidad responsable, sana y sin riesgos. De igual forma, el artículo señala que estos pueden acudir por sí mismos a solicitar programas y servicios en atención a estos temas los cuales deberán ser provistos y garantizados por el Estado.
El profesor Villalobos hace referencia a que la edad promedio en la que los adolescentes empiezan a tener relaciones sexuales varía mucho dependiendo del estrato social, pues como explica, mientras estos pertenezcan a un estrato más bajo, empezarán a edades más tempranas, utilizando la práctica sexual como medio para poder salir de su círculo de pobreza, en el caso de las adolescentes, buscando parejas mayores, con una mayor vida sexual, lo que muchas veces trae como consecuencias no solo embarazos precoces, sino el contagio de enfermedades de transmisión sexual.Según un estudio de la Encuesta Nacional de Juventudes en el 2014, la edad promedio en la que los jóvenes empiezan a tener relaciones sexuales va desde los 14 años en el caso de los varones y 15 en el de las muchachas.
Asevera, que muchas adolescentes se auto medican con las pastillas anticonceptivas lo que acarrea consecuencias negativas para su salud, así como la toma en exceso de la píldora del día siguiente, la cual solo puede usarse un máximo de 2 veces al año, porque al utilizarse con mayor frecuencia producirá alteraciones en el ciclo menstrual, así como embarazos no deseados.
Afirma que las pacientes, al no conseguir sus métodos anticonceptivos orales, empiezan a cuidarse utilizando el llamado “método del ritmo” el cual resulta poco seguro. “Existen otros métodos, como los dispositivos intrauterinos, los cuales son relativamente más fáciles de conseguir, pero que para poderlos colocar se debe hacer una evaluación rigurosa a las pacientes”, precisa.
Para evitar estos problemas, Villalobos asegura que la vía es a través de la educación, “pues cuando se tiene un buen sistema educativo al igual que un buen núcleo familiar, los embarazos en adolescentes disminuyen pues con una información adecuada sabrán a qué atenerse cuando empiecen su vida sexual”, aclara.
Salom destacó, a su vez, la necesidad de crear políticas y programas de educación que inciten a la maternidad y paternidad responsables, eliminando la esterilización femenina, que permitan evitar la mortalidad materna producida por una gran cantidad embarazos precoces, situación muy ligada a la edad femenina.
Otro aspecto destacable de la escasez de profilácticos y anticonceptivos orales es el incremento en sus precios, los cuales han aumentado hasta un 300 % de sus precios regulados, por la reventa de manera clandestina por parte de comerciantes informales.
Vía LUZ ADN/www.diariorepublica.com