La matanza que cobró la vida de cuatro hombres, la noche del domingo en isla de Toas, causó asombro en los isleños.
La pesadilla comenzó a las 8:45 pm. Seis delincuentes llegaron, en tres motos, a la casa en donde estaban reunidos un grupo de amigos que vieron la final del Mundial.
Todo era celebración hasta que comenzaron a sonar los tiros. Tres de los hampones se quedaron afuera de la vivienda donde reside Gaudy Cruz, quien fue secuestrada —en pleno Lago— y liberada en marzo. Los otros tres pistoleros ingresaron con armas de guerra, según la comunidad.
Entraron por la puerta principal, que no tenía el seguro puesto. Caminaron hasta el patio, donde se encontraban Gaudy, su esposo Albanys Nava; Kender Parra, Honorio Valbuena y Rodulfo Nava. Apuntaron sus armas y comenzaron a disparar.
La mayoría de los impactos los recibió Albanys, de 45 años. Dijeron que 30 balas impactaron en su cuerpo. La sangre corrió por el patio y las detonaciones alarmaron al pueblo.
“Albanys era fanático de Argentina y su casa era como la sede para ver todos los juegos del Mundial. Había alrededor de 500 personas en la calle celebrando por el partido, pero como perdió Argentina la mayoría se fue y quedaron nada más los que tirotearon”, contó Zoraida Espina, una vecina.
La detectives de la policía científica indagan el móvil de la venganza en contra de Albanys Nava, esposo de la exsecuestrada Gaudy Cruz.
Por el secuestro de la mujer, efectivos del Gaes-Zulia detuvieron a cinco hombres, entre ellos a Harold José Soto Nava, de 33 años, hermano del expram “El Mocho Edwin”
La masacre generó impacto en los isleños. El sacerdote Wilmer Olano calificó a la isla como “un pueblo sin ley”.
“Mucha gente no denuncia por temor a represalia. A mí me han robado tres veces (…) no es posible que en una localidad tan pequeña se registre tanta violencia”, expresó.
Cruz, quien resultó herida en el tiroteo, se recupera en una clínica de Maracaibo, bajo fuertes medidas de seguridad. Recibió dos balazos.
Información de Panorama
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