Le vieron crecer en la cancha y hacerse de un nombre en el fútbol profesional, pero el domingo, dos balas, una en la cara y otra en el pecho, apagaron su vida, truncándole el camino en el balompié nacional.
“Te veré llegar a la selección nacional de la Vinotinto… y le faltó poco”, recuerda el entrenador Antonio Ortiz, la frase que le dijo a Jhonny David Perozo, de 29 años, a lo largo de su carrera.
En el sector Campo Lara, en Lagunillas, el asesinato de Jhonny David Perozo, rasgó el alma de esa comunidad rural de la COL.
Ayer , sus amigos, vecinos y los niños del sector, no celebraron un gol más de Perozo,; adoloridos y llorosos se acercaron a la casa familiar del joven para despedirse de quien fue su ejemplo.
En hombros fue sacado desde su vivienda hacia el estadio Antonio Mollejo, ese lugar en donde, de chiquito, como recuerda la gente, Perozo movía el balón con una versatilidad única.
“Era como mi hermano, una persona que nunca perdió la humildad, que nunca nos abandonó. Era intachable. Ayudaba a los niños, siempre los juntaba para darles clases de fútbol o los ayudaba”, comentó su tío José Gaona.
Una discusión en un club en el mismo caserío rural, desencadenó el hecho, el domingo. Perozo y su amigo, Jaime Tey, estaban allí compartiendo.
El homicida, a quien le habrían prohibido entrar, cuestionó la negativa y, reclamó porque, según él “nadie es rey”, frase que Jhonny le replicó, respondiéndole: “nadie quiere ser rey”.
“Podía jugar en cualquier posición, así fue desde chamito”, recuerda Franklin Cordero, quien le vio desenvolverse en el mismo estadio donde ayer, al mediodía, fue llevado para honrarle.
Una lesión en el tobillo derecho, lo mantuvo alejado de la cancha. En ese tiempo, el contrato con Zulianos F. C expiró, “pero él tenía planes de seguir”, agrega Cordero.
Los niños, mujeres, adultos y liceístas que ayer acompañaron su féretro al estadio de Campo Lara, atestiguaban la esencia de buen ser que tenía Jhonny.
Para muchos, entre ellos, compañeros de cancha y jóvenes fue inevitable llorar. Sonaron los pitos y 3 balones, que estaban frente a los ataúdes, fueron pateados en dirección a la portería. El hijo mayor de Jhonny tocó el balón, gesto único para decirle adiós a su padre.
Por este doble homicidio el Ministerio Público comisionó al fiscal 7° del es Zulia, Ronald Cobarrubia para investigar el caso y coordinar las actuaciones de los funcionarios del Cicpc subdelegación Ciudad Ojeda.
De manera extraoficial se conoció que el presunto asesino se habría movilizado al estado Lara. Se investiga si este hombre sería pariente de una persona del club donde estaban compartiendo Perozo y Tey.
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