
Se conoce según los investigadores en electrónica de consumo, que cercca 1.000 millones de dispositivos estarán conectados a Internet en la próxima década. Esto representa 1.000 millones de nuevos objetivos para los ciberdelincuentes, debemos estar alerta, pues los ciberdelicuentes no descansan nunca.
Bastaría con observar que al trasladar la actividad socioeconómica a Internet, ha generado un aumento de las amenazas y, por tanto, de la importancia de la ciberseguridad. Considerando que los sectores más preocupados o vulnerables por este asunto, son especialmente el industrial, el aeroespacial y el de defensa.
Analistas alrededor del mundo coinciden que nueve de cada diez grandes organizaciones, han sufrido algún ataque contra su seguridad informática en los últimos años. Tan sólo en España, esto ha supuesto un perjuicio total cercano a los 14.000 millones de euros.
Quedando demostrado el incremento del ciberespionaje, el hacktivismo, el Cryptoware, el Ransomware, el Scareware como clases de malware y el spear-phishing (estafas a través del correo electrónico).
Esto sin obviar los riesgos que conllevan los dispositivos móviles y la política empresarial BYOD (Bring your own Device), los aspectos vulnerables del software de las empresas u organizaciones, las infraestructuras críticas, los sistemas de control industrial SCADA (Supervisión, Control y Adquisición de Datos), las smart grid (redes eléctricas inteligentes) y el Internet de las Cosas.
Estas son las razones principales de que, con un crecimiento del 9,8% anual, se espere que el mercado global de la ciberseguridad llegue en 2020 a los 170.000 millones de dólares. En los últimos 5 años se han invertido unos 7.300 millones de dólares en startups especializadas en este ámbito.
La ciberseguridad es esencial, también, en la industria para proteger tanto la planta de producción como los sistemas de automatización. Sobre todo tras el desarrollo del concepto de Internet de las Cosas, en el que cada vez más equipos industriales están conectados a Internet.
Cualquier proceso productivo puede sufrir un ciberataque con fatales consecuencias como el espionaje de datos confidenciales, pérdida de propiedad intelectual o el sabotaje de la propia producción: tiempos de parada, manipulación de datos o del propio software de aplicación y el uso no autorizado de funciones del sistema.
Para mejorar, impulsar y proteger la industria española frente a este tipo de ataques, Siemens y el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE) han creado un pionero laboratorio, que servirá como banco de pruebas para desarrollar herramientas, procedimientos y controles de ciberseguridad a nivel mundial.
Vía N24/www.diariorepublica.com