La minería de litio y cobre, minerales básicos para la transición energética, son uno de los principales incentivos para la inversión en América Latina en las próximas décadas, según un informe presentado este martes en Londres.
Perspectivas LatAm 2024, auspiciado por el centro de estudios Canning House -conocido como la Casa de América Latina en la capital británica-, analiza la situación política, económica, social y medioambiental de la región, actualmente algo «relegada» en las prioridades del Reino Unido.
El consejero delegado, Jeremy Browne, reconoce en una entrevista con EFE que este país -y las potencias occidentales en general- «debería hacer más» para aumentar su presencia en Latinoamérica, donde China ha pasado de un comercio bilateral por 12.500 millones de dólares en 2000 a 450.000 millones en 2021.
«Entiendo que el Reino Unido tiene varios frentes abiertos -Ucrania, Israel y Palestina, el crecimiento de China, Brexit…- y es fácil relegar a América Latina, pero creo que es un error, porque hay muchas oportunidades de colaboración y prosperidad conjuntas», afirma.
Aunque el informe admite que los países latinoamericanos afrontan aún retos en sus democracias y estabilidad social, también destaca su potencial para «desempeñar un papel comercial clave» en la transición hacia las energías renovables y la lucha contra el cambio climático.
En este sentido, los autores señalan que, «si América Latina pudiera definir y aplicar estándares para la producción de minerales estratégicos de manera social y ambientalmente responsable, se aseguraría una ventaja comercial en los mercados emergentes para estos minerales».
Si así fuera, «puede emerger como un líder global en el esfuerzo por responder a los desafíos comunes en materia de biodiversidad y clima».
«América Latina es un aliado indispensable», dice a EFE Browne, que de 2010 a 2012 fue secretario de Estado para Latinoamérica del Gobierno británico.
«Es el custodio del Amazonas, líder mundial en el uso de fuentes de energía sin carbono y la fuente de gran parte del litio y el cobre que se necesitarán para impulsar la transición energética verde», declara.
Según el informe, se calcula que la región posee más de la mitad de las reservas mundiales de litio, alrededor del 40 % de cobre y plata y una cuarta parte del níquel.
Por otra parte, es el mayor exportador neto de alimentos del planeta -se estima que representará el 18 % de todas las exportaciones alimentarias en 2031- y una fuente de importante producción adicional de petróleo y gas.
Pese a resaltar estas oportunidades para los inversores, el informe también avisa de los riesgos, como el alto índice de criminalidad y corrupción en algunos países, el autoritarismo o la agitación social, si bien remarca que en general hay «democracias genuinas».
«América Latina abraza, en gran medida, la iniciativa empresarial, la creación de riqueza y el comercio», sostiene el ‘LatAm Outlook 2024’, a pesar de que algunos lugares «mantienen un apetito reflejo por una improductiva intervención del Estado».
Por países, predice que, en Argentina, Javier Milei tendrá dificultades «para introducir su agenda de cambios», mientras que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afronta el reto de «equilibrar demandas políticas y financieras divergentes». De acuerdo con este informe, «la desilusión y la polarización» aumentan en Chile.
Sobre Colombia, los autores dicen que «sigue siendo un destino atractivo y estable para las empresas», estimuladas por «sus abundantes recursos naturales, sus sólidas políticas macroeconómicas y sus instituciones democráticas», aunque persiste la inseguridad ciudadana.
Browne concluye que, pese a los desafíos políticos y sociales, «América Latina sigue siendo una región con un enorme potencial comercial».
«Su creciente clase media, los 650 millones de habitantes, la necesidad que tiene de invertir en proyectos a gran escala y su aprecio por los expertos internacionales significan que América Latina está abierta para los negocios».
Vía efe/www.diariorepublica.com